«España no tiene un problema de vacantes» ha asegurado, tres días después de que la patronal Cepyme volviese a poner el acento en los problemas que enfrentan para encontrar empleados que encajen en los puestos ofertados. Díaz ha restado importancia a los datos compartidos por la representación de las pymes por tratarse de una «entidad privada» y se ha referido a los datos públicos compartidos este mes para constatar que el problema de vacantes se reduce a unos sectores y puestos muy específicos.
Esta materia ha enfrentado a patronal, sindicatos y Gobierno durante los últimos meses, dado que los primeros detectan serias dificultades para encontrar candidatos en sus barómetros internos y los sindicatos, solo conceden que existen problemas en puestos muy concretos. No obstante, desde el entorno de la ministra se niega que se haya producido un cambio relevante en el número de ofertas de acuerdo con los datos del INE. «No somos ni Estados Unidos, ni siquiera está en la media de vacantes de Europa» ha zanjado. La titular de Trabajo ha subrayado que el problema del mercado laboral se focaliza en las «excesivas» horas extra no remuneradas y en la tasa de paro, que se mantiene por encima del 11% pese al crecimiento del empleo.
La tesis del Ministerio contrasta de plano con la defendida desde las oficinas de la CEOE que acusan un grave desajuste entre la formación y las habilidades de las personas paradas y las demandadas por el mercado de trabajo. Asimismo, los empresarios apuntaron el lunes a que la despoblación estaba íntimamente ligada con esta problemática, dado que los jóvenes abandonan las zonas rurales y las pymes no encuentran relevo generacional para la industria, la agricultura y el comercio.
Entre un cúmulo de factores, los empresarios también aprovecharon la presentación del informe elaborado por Cepyme para señalar a algunos subsidios públicos como obstáculos para cubrir estos empleos. La patronal entiende que la imposibilidad de compatibilizar el Ingreso Mínimo Social u otras subvenciones sociales con un empleo impide que esta población en edad de trabajar acceda a un puesto a tiempo parcial, lo que reprochan que en la actualidad se da con «cobros en negro», es decir, en forma de economía sumergida.
Por otra parte, la vicepresidenta s ha dejado claro que «España va a seguir subiendo el salario mínimo» y los salarios, en general. A preguntas de la prensa con motivo de la cumbre europea de empleo que se celebra en Santiago, Díaz ha defendido que la subida del salario mínimo supone «la mejor herramienta de lucha contra la pobreza laboral».
«Estoy segura que seguiremos trabajando desde un gobierno progresista en cuanto culmine el turno el señor Feijóo», en referencia al debate de investidura del líder popular de la próxima semana. «Seguiremos ganando derechos para los trabajadores y trabajadoras», ha garantizado. «El Gobierno del señor Sánchez en el futuro seguirá siendo tan social como lo ha sido en la pasada legislatura», ha dejado claro. Igualmente, Díaz ha asegurado que la «herramienta feminista por excelencia» es subir el sueldo de las trabajadoras más vulnerables. En esta línea, ha resaltado que los salarios no son los «causantes» de la inflación, sino que lo ha achacado a los «extensos márgenes empresariales». A este respecto, ha apuntado que el salario mediano español es de 1.500 euros, «y es muy difícil vivir con 1.500 euros».