Lo planteó en su primer mitin de apoyo a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para que sea reelegida en las elecciones municipales del 28-M, celebrado en la plaza mayor de Nou Barris ante unos 500 espectadores. Citó un informe del Banco de España que atestigua que los márgenes empresariales “se han multiplicado por siete” para reivindicar dicho observatorio sobre los mismos. Y concluyó, desatando el entusiasmo del público: “Si los beneficios crecen mucho, los salarios crecen en idéntica proporción”.
En el mítin, Díaz presumió de la subida del salario mínimo, para la que aseguró que Colau le “ha apoyado siempre” y los ERTE durante la pandemia de coronavirus. También presumió de la reforma laboral, de la que no se privó de recordar que “si fuera por algunos en Cataluña”, no estaría en vigor y la regulación del mercado de trabajo seguiría gobernada por la derecha. Se refería a que ERC, rival directo de la Barcelona en Comú de Colau en zonas populares como Nou Barris, votó en contra de la norma junto al PP y Vox, aunque en su caso porque la juzgó insuficiente.
Díaz prosiguió denunciando los “beneficios groseros” de 32.000 millones de euros de la banca, a la que exigió, como suele hacer últimamente, suspender el incremento de las cuotas hipotecarias y que reduzca un punto los tipos de interés. “Se ha hecho en Grecia y se puede hacer en nuestro país”, reivindicó. “Los bancos tienen que ajustarse ellos el cinturón y no la gente de este pueblo, que no es víctima de ninguna guerra”, sentenció. Finalmente, la ministra se declaró “muy contenta” por el acuerdo entre los agentes sociales para revalorizar los salarios. “Pero tenemos que hacer algo más”, objetó, apelando a que “por primera vez” se está produciendo una “transferencia de renta” de los ciudadanos a las grandes empresas, “que se están forrando”. Y de esa forma embocó en su propuesta del observatorio para vincular los márgenes de beneficios de las empresas a la subida salarial de sus trabajadores.