Más aún desde la irrupción del big data y de la inteligencia artificial; en la actualidad, gestionar flotas de vehículos se ha convertido en un proceso fundamentalmente tecnológico y digital que requiere de una actualización constante y de todos los esfuerzos de la I+D+i.
En efecto, cuando se manejan grandes cantidades de vehículos cada acción o imprevisto tiene una consecuencia directa en los costos, en la productividad y, por ende, en la cuenta de resultados. Por estos motivos, además de los dispositivos integrados de serie en los vehículos, la flota disponible en renting va un paso más allá y, atendiendo a las demandas de movilidad de los conductores, incorpora de serie servicios telemáticos, aplicaciones móviles y plataformas digitales que potencian una contratación más flexible y permiten gestionar, no solo los propios servicios de renting, sino también diversas opciones relacionadas con la movilidad que mejoran la experiencia en la conducción, tanto individual como en conjunto.
El uso del big data y la implementación de la inteligencia artificial favorecen la recopilación de información sobre el estado de los vehículos, lo que permite a los gestores de flota reducir los mantenimientos correctivos y convertir los preventivos en predictivos. Así pues, la trazabilidad del comportamiento de las flotas, además de mejorar la conducción y la seguridad, permite anticiparse a las necesidades de los clientes, lo que se convierte en una ventaja competitiva para las empresas. Pero también, conocer con anterioridad posibles fluctuaciones en su servicio permitirá adaptar la flota a los valles y a los picos de demanda.
Su aplicación, por tanto, puede traducirse en una mayor seguridad, eficiencia y un aumento de la proactividad, lo que sin duda va a revertir en un ahorro económico. La posibilidad de recolectar datos sobre el tiempo de uso de un vehículo, su consumo de combustible, la ruta, así como la conducta al volante, permite a la empresa diseñar acciones y estrategias que aseguran la toma de decisiones efectiva.
Todos estos sistemas telemáticos, el big data y las plataformas digitales se han convertido, sin duda, en los avances más sobresalientes de la nueva movilidad, pues además de facilitar las gestiones y agilizar los trámites necesarios y derivados del uso del automóvil, favorecen la digitalización inevitable de la conducción y la seguridad vial de las smart roads. Factores todos ellos de máxima relevancia y esenciales, tanto para las empresas y para los usuarios, como también para la Administración, que en la futura Ley de Movilidad Sostenible prevé la creación de un ente en el que las empresas de transporte, los gestores de infraestructura y las administraciones compartan sus datos, poniendo en evidencia la importancia del big data y la inteligencia artificial para la gestión de activos de movilidad.
Por todo ello, aquellas empresas de gestión de flotas que ya cuenten con aplicaciones y soluciones telemáticas podrán, sin duda, adaptarse de forma más rápida a los desafíos que representa esta ley y a todos los retos que están por venir en el sector de la movilidad. El uso del big data, la implementación de la inteligencia artificial y el desarrollo de las smart roads permitirán optimizar las rutas que usa cada vehículo, logrando reducir el tiempo de traslado, eligiendo recorridos con menos tráfico y menos kilómetros, reduciendo los consumos y contribuyendo, definitivamente, a instaurar y consolidar una verdadera movilidad sostenible.