Desde la institución provincial apuntan que García ha decidido renunciar como presidente de la institución «desde el convencimiento de su inocencia y la libertad de que este paso al frente facilitará la vuelta a la normalidad de la actividad institucional, así como del desarrollo que la provincia ha experimentado en estos años».
Con él también termina su etapa su vicepresidente, Fernando Giménez, igualmente implicado en el caso Mascarillas. Las detenciones de ambos en la segunda fase de la trama por un presunto cobro de mordidas a través de contratos irregulares han llevado al PP a actuar de manera contundente, tal y como avisó los días anteriores su presidente Juanma Moreno. Según la Diputación, García «deja un legado en Almería de proyectos transformadores que han situado a la provincia como referente en ámbitos tan diversos como la lucha contra la despoblación, el turismo, la cultura, el patrimonio, la agroalimentación, así como el nacimiento de marcas provinciales que difunden la imagen y el talento almeriense por el mundo».
«Desde el PP actuamos con rotundidad ante cualquier investigación policial, y eso se demuestra con hechos. En Almería ya se había suspendido de militancia a los investigados. Puesto que por encima de los cargos, están las instituciones y los ciudadanos», aclaraba en rueda de prensa Ramón Fernández Pacheco. «La decisión personal de Javier Aureliano García es la de renunciar a su cargo de presidente de la Diputación, como también lo ha hecho Fernando Giménez. Ambos han entendido que lo mejor era dar un paso al lado para que la Justicia pueda seguir trabajando con normalidad», ha insistido el también consejero de la Junta.
