En efecto, la inmensa mayoría de diputados y senadores no declara regalos y sigue sin publicar en la web de sus respectivas Cámaras las reuniones que mantienen representantes de cualquier entidad que tenga la condición de ‘lobby’ o grupo de interés, pese a que deberían hacerlo en virtud del Código de Conducta de las Cortes Generales vigente desde octubre de 2020.
Así consta en informe realizado por la Oficina de Conflicto de Intereses de las Cortes sobre el cumplimiento de esas normas durante el año pasado, en el que este órgano vuelve a recordar a sus señorías que, además de difundir las reuniones de los órganos parlamentarios de los que forman parte, están obligados a informar de las que tienen con los ‘lobbies’.
En este documento, la Oficina de Conflicto de Intereses constata no sólo que «son minoría en ambas Cámaras» quienes publican otro tipo de actividades y reuniones ajenas a lo estrictamente parlamentario, sino que además, «en muchos casos estas anotaciones se realizan de forma ocasional y no regular». En concreto, el año pasado sólo el 17,85% de los diputados y senadores incluyeron en sus agendas reuniones distintas a las orgánicas de sus respectivas Cámaras. Eso sí, el informe detalla que los diputados incumplen este punto más que los senadores, pues sólo 46 miembros del Congreso (el 13,14%) dieron cuenta de estas citas, por 64 senadores (el 24,06% del total).
Además, los parlamentarios deben entregar los obsequios que reciban en los viajes oficiales de las Cámaras o cuando actúen en representación de éstas siempre que sean ofrecidos en razón de dicha representación y no a título personal y tengan un valor estimado superior a 150 euros.
Dichos regalos son inventariados y publicados en la página web de la institución correspondiente. El año pasado se entregaron 24 en la Cámara Baja y 23 en la Alta. Según el inventario publicado por el Congreso, en los últimos años estos obsequios tenían como destinataria la Presidencia del Congreso u otros miembros de la Mesa. Así, en la web se indica que Francina Armengol recibió en el primer trimestre de 2024 una decena de regalos institucionales, fundamentalmente placas, láminas y libros, que se han derivado al departamento de Patrimonio histórico y a la Biblioteca del Congreso. Por otro lado, la Oficina de Conflicto de Interés se congratula de que, a diferencia de lo que ocurrió en años anteriores, ahora ya sí se cumplen «en muy buena medida» las recomendaciones que venía realizando sobre las declaraciones de intereses económicos. Por eso se limita a recordar a sus señorías que deben actualizarlas cuando en el curso de la legislatura realicen nuevas contribuciones a fundaciones y otras asociaciones.
En concreto, a finales de 2024 únicamente cinco de los 350 diputados no habían entregado su declaración de intereses económicos, aunque sólo un 0,29% la había actualizado con respecto a la presentada al inicio de la legislatura. En el Senado, la habían presentado sus 266 miembros y un 0,37% la había actualizado. En este caso, también los senadores resultan más aplicados que los diputados, pues registran porcentajes más altos de respuestas en todos los apartados de esas declaraciones de intereses.
Por ejemplo, mientras que el 96,61% de los senadores ha respondido sobre las donaciones, obsequios y beneficios no remunerados obtenidos en los cinco años anteriores a su llegada a la Cámara, los diputados lo han hecho en el 90,14%. Y los miembros del Senado también son más ‘transparentes’ pues rellenan en un 90,97% el apartado de ‘otros intereses a declarar’ por el 40,87% de los diputados.