En España, el volumen de negocio se situó en 116.280 millones de euros, concentrando el 84% del mercado, mientras que en Portugal ascendió a 22.700 millones, con una participación del 16%. Ambos países registraron crecimientos entre el 3,5% y el 4%. Los supermercados y autoservicios reforzaron su posición en el mercado, representando el 81% de la facturación total. Este segmento alcanzó unas ventas de 112.600 millones de euros, tras crecer un 4,4% respecto al ejercicio anterior. En España, los supermercados discount destacaron con un aumento del 6,5%.
Por su parte, la facturación de los hipermercados registró un leve crecimiento del 0,2%, situándose en 19.390 millones de euros, reduciendo su participación en el mercado ibérico al 14%. El canal cash & carry, por su parte, experimentó un crecimiento de ventas del 3,2%, hasta los 6.990 millones de euros, impulsado por la positiva evolución de la demanda en el sector de la restauración.
El valor del mercado mantendrá una tendencia de crecimiento moderado a corto y medio plazo. La alta sensibilidad de los consumidores al precio y la fuerte rivalidad entre los operadores para mantener sus cuotas de mercado seguirán presionando los márgenes del sector. Los supermercados y autoservicios serán el segmento con mayor crecimiento, en un contexto de creciente orientación de la demanda hacia compras más frecuentes y de menor importe, lo que favorecerá la expansión de los establecimientos de proximidad.
La ampliación de la oferta de productos frescos y platos preparados, la mejora de los servicios de entrega a domicilio y recogida en tienda, los acuerdos con plataformas especializadas y la optimización de los procesos logísticos seguirán ganando relevancia en el sector en los próximos años.
