En efecto, no podemos dejar pasar este hecho como un ataque frontal por parte el Ejecutivo al poder judicial y por lo tanto lo menos que podría hace el mismísimo CGPJ es salir al paso de este tipo de insinuaciones que venimos arrastrando desde que los independentista tuvieron que responder de sus delitos ante el Supremo.
Sin embargo, desde ese mismo momento y ante la necesidad de su apoyo que presenta el equipo socialista que gobierna y que necesita de su apoyo para seguir haciéndolo no ha dejado de asumir las tesis del llamado “low fare” contra los jueces arbitrado desde todos los rincones independentistas.
Lo malo es que ante los desmanes político económicos en los que han incurrido las cercanías de Sánchez y la consiguiente actuación de los jueces investigando los hechos y poniendo en tela de juicio la bondad y moralidad de sus actuaciones esa persecución contra todo lo que lleve toga y no sea amigo del jefe y/o actúe de acuerdo con sus sugerencias es metido en el saco de los malos y pasa a ser vilipendiado.
Otra cosa es si perteneces al grupo de los servidores fieles y obedientes como el fiscal general o el presidente del Constitucional, ¡amigo¡ entonces eres el orgullo de la familia sanchista y pasas a ocupar las listas del honor y eres promocionado a los mejores puestos aunque seas mas tonto de los candidatos que se presentan.
Y en estas condiciones. ¿Qué hace el Consejo del Poder Judicial y sus nuevos miembros? Pues nadie lo sabe y como se dice habitualmente, ” ni esta ni se les espera” y eso es lo peor, porque permite que los que tratan de derribar la independencia del poder judicial tengan el camino expedito para hacer y deshacer y dejar el mundo judicial como una tabla rasa o como se dice de la hierba tras el paso de los caballo de Atila, en este caso los ministros del mismísimo Sánchez, que no paran de repetir como Papagayos los ataques de su señorito, y no digamos nada de los “voceros” monclovitas.