Estos números no solo demuestran la resiliencia del sector en tiempos de incertidumbre económica, sino también su capacidad para adaptarse y prosperar en un entorno fluctuante y en constante cambio. Las cifras de inversión también han mostrado una tendencia al alza, con una inversión global de 9.264 millones de euros, un aumento del 1,7% respecto al año anterior.
El informe también destaca cómo los sectores de restauración y alimentación han sido los principales impulsores de este crecimiento. La restauración, en particular, ha presentado un incremento significativo en el número de enseñas y establecimientos.
Además, el ámbito de la franquicia ha tenido un impacto positivo en la creación de empleo, con 400.207 empleos generados, lo que representa un aumento del 6,8% y más de 27.000 nuevos puestos de trabajo. Esto subraya el importante papel que juega el sector en la economía española, no solo en términos de generación de ingresos, sino también como un importante generador de empleo.