Cotiza al nivel de 1,29 dólares, tras repuntar un 0,28% una vez que se ha sabido que la tasa de desempleo repuntó hasta el 4% en mayo y los salarios crecieron al ritmo vertiginoso del 7,3% hasta junio, superando las estimaciones de los economistas. Ebury destaca asimismo que la inflación del Reino Unido ya está mucho más alta de lo que esperaban los políticos, y que las presiones sobre los precios tendrán dificultades para disminuir en el corto plazo.
“A tenor de estos datos -explica Ebury-, los mercados financieros ahora están valorando un pico en las tasas del Reino Unido de alrededor del 6,35% en el primer trimestre de 2024, lo que seguramente convertiría al BoE en el principal banco central más agresivo del mundo de aquí a entonces”. No obstante, la entidad financiera cree que los mercados van un poco por delante de sí mismos, y considera más previsible otra subida de 50 puntos básicos del MPC en agosto, con un riesgo real de que la tasa base supere el 6%. De cumplirse este vaticinio, aumentaría aún más la presión sobre los titulares de hipotecas, particularmente porque 700.000 contratos a plazo fijo vencerán solo en la segunda mitad de 2023. “Sospechamos que las tasas hipotecarias más altas contribuirán a una actividad económica más débil a principios de 2024, y ahora no descartamos una recesión técnica en la primera mitad del próximo año”.