Andalucía y Canarias (con una representación del 17,9% del PIB), Extremadura (17,8%), Región de Murcia (17,4%, que puede suponer para esta región entre unos 5.600 millones de euros y 6.900 millones, con una media de 8.500 euros al año por persona ocupada), Castilla-La Mancha (16,8%) e Islas Baleares (16,1%) son las comunidades autónomas de España que tienen una mayor representación de la economía sumergida con respecto al Producto Interior Bruto (PIB).
En el lado contrario de la tabla, siendo las regiones con una menor representación de «dinero negro» en su economía se encuentran Madrid (13,8%), País Vasco (13,9%), Cataluña (14,4%), Navarra (14,5%) y La Rioja (15%).
Del informe se extrae que el «dinero negro» que se mueve en el país es menor en todas las regiones con respecto a 2004. A pesar de que la tendencia general muestra un descenso de la economía sumergida, no ha sido un recorrido que siempre haya ido en la misma dirección.
De hecho, la tendencia comenzó a ir en descenso en los años 2004, 2006 y 2008, pero en el año 2010 registró un repunte de hasta 1,7 puntos en la Región de Murcia (pasando del 19,7% del PIB en el año 2008 hasta el 21,4% dos años más tarde).
En 2012 volvió a registrar la senda descendente y, hasta el año 2020, la economía sumergida de las comunidades autónomas sobre el Producto Interior Bruto iba en descenso. Si bien es cierto, en el año que protagonizó la pandemia, el «dinero negro» que se movía en el país creció en todas las comunidades autónomas, la que más notó este crecimiento fue Canarias, que pasó de que la economía sumergida tuviera un peso del 18,6% sobre el PIB en 2018 a que en el año 2020 fuera del 20,3%.
En este informe, además, el IEE destaca que la recaudación a través de impuestos de España es del 34,7%, pero que ese porcentaje está únicamente pagado por el 78% de la actividad, ya que el 22% del PIB corresponde a la economía sumergida. Por tanto, la presión fiscal efectiva para los que contribuyen es del 44,5%.
Fue el pasado mes de marzo cuando los autores Francesco Pappadà, profesor de la Universidad de Venecia, y Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard, publicaron un informe del Centro para la Investigación Económica y sobre Políticas (CEPR) del que se extraía que España era uno de los tres países con una mayor tasa de economía sumergida de la Unión Europea, empatado con Portugal. Y es que, el dinero que se mueve «en negro» en España representa el 24% del PIB, solamente por detrás de Grecia (36%) e Italia (31%).