«No podemos obviar las señales de reducción» para el presente ejercicio, aunque se espera que el crecimiento del PIB se mantenga positivo en 2025, impulsado por la fortaleza del sector exterior y la recuperación de la inversión. Así se recoge en el último informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2024, elaborado por la Comisión Financiera y el Servicio de Estudios del CGE. Su presidente, Valentín Pich, ha señalado que «la inversión privada no despega, lo cual puede mermar la productividad y el empleo».
Además, «el mercado laboral refleja un récord de afiliación a la Seguridad Social, pero el absentismo y la reducción de jornada propuesta plantean retos para la competitividad, por los posibles efectos en los costes laborales, por lo que debemos tratar de alcanzar un alto consenso para gestionarlos», ha añadido. Para el coordinador del Observatorio, Salustiano Velo, «el ejercicio económico del 2024 se ha caracterizado por una disminución de la tasa de inflación y un crecimiento sólido del PIB». Asimismo, «es de destacar la generación de empleo que reduce el paro al 10,6%».
De su lado, el director del Servicio de Estudios del CGE, Marín, ha resaltado que los indicadores adelantados, como la confianza del consumidor y el índice de sentimiento económico, «muestran una evolución moderada, lo que nos obliga a un análisis prudente de los próximos meses». «Demasiada volatilidad observada en estos y otros índices adelantados analizados nos vendría a confirmar que la cautela es la posición actual de los principales actores de nuestra economía, pese a estar en un contexto de cifras del PIB en crecimiento», ha indicado. Con este contexto, las previsiones para 2025 del CGE muestran que la inflación se colocará de media en el 2,2%. Por su parte, calculan que la tasa de paro se situará en el 10,4%. Para el déficit y la deuda pública, estiman que será del 2,8% y el 101,9% del PIB, respectivamente.
Por otro lado, en cuanto a los mercados bursátiles, la coordinadora del Observatorio, Casanovas, ha asegurado que los tres grandes catalizadores en 2024 han sido «la actuación de los bancos centrales, tanto en Europa como en EEUU, con sus recortes de 100 puntos básicos en sus tipos de interés, el espectacular comportamiento de los resultados y, en consecuencia, de sus cotizaciones de las empresas ligadas a la IA y, por último, la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU». Prevé que en 2025 estos tres factores «seguirán pesando sobre el sentimiento de los mercados y, en especial, los posibles impactos arancelarios y la incertidumbre comercial, a la vez que su destacado papel en la geopolítica, por lo que cabe esperar buenos resultados bursátiles tanto en Europa como en EEUU, aunque no tan espectaculares como en 2024».
En lo que a deuda pública respecta, que la sitúan en el 101,9% del PIB (un 0,1% más que en 2024), alertan de que el hecho de que haya disminuido su representación en el PIB no alega un buen comportamiento, ya que en 2024 ha crecido un 2,9%, pero fue acompañada del incremento del Producto Interior Bruto. Por otro lado, el déficit público lo sitúan en el 2,8%, tres décimas más respecto a las estimaciones del Gobierno.
La vivienda ha estado presente en el observatorio. En su intervención, Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del CGE, ha alertado que es un problema que hay que solucionar «de inmediato» porque está condicionando al empleo. «Los precios desacerbados hacen que la movilidad para el empleo se reste y quita posibilidades al empleo», ha destacado el experto.