La administración estadounidense de Donald Trump pidió al Gobierno que cumpliese su compromiso de llegar al 2% del PIB en defensa lo antes posible. El subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau, y el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores y Globales, Martínez Belío mantuvieron una conversación telefónica, en la que la Casa Blanca exige al Ejecutivo español que llegase al objetivo que España adquirió con OTAN para el año 2024.
Un 2% que parece no ser suficiente para Trump ni la OTAN
Actualmente la inversión de España en defensa se sitúa en torno al 1,43% del PIB, por lo que el Gobierno tendría que incrementar en un 0,57% el gasto en defensa para cumplir con el compromiso que adquirió con la organización atlántica de aliados de cara al pasado año. El actual secretario general de los aliados, Mark Rutte, ya anunció en la Conferencia de Seguridad de Múnich que su intención era proponer a los socios hacer un esfuerzo para alcanzar el 3% próximamente.
Un 3% que tampoco parece convencer al presidente de los Estados Unidos, ya que en uno de sus primeros días al frente de su segundo mandato en la Casa Blanca, Donald Trump anunció su intención de exigir a los países europeos de la OTAN llegar al 5% del PIB en defensa. La exigencia de Estados Unidos de que España llegue al 2% lo antes posible acrecienta la urgencia de que el Gobierno encuentre una solución a la inversión en defensa. Pedro Sánchez se comprometió con sus socios en la Unión Europea y Reino Unido aumentar la inversión en defensa y seguridad de cara a amenazas. Sin embargo, las fuerzas parlamentarias españolas no han recibido como algo positivo la promesa hecha por el presidente del Gobierno. Algunos de sus socios parlamentarios y de Gobierno, como Sumar o Podemos, no comparten el aumento del gasto militar como medida defensiva. De hecho, hasta el propio Sánchez ha tenido que cambiar su argumentario para no hacer referencias literales al llamado rearme europeo. Otros de sus socios son reacios, pero entienden la tesitura internacional y se muestran abiertos a negociar, como Esquerra.
Debido a la dificultad de aumentar la inversión en seguridad por la vía parlamentaria, el Gobierno se ha visto obligado a ejecutar su Plan B. Sánchez anunció en el Congreso que no tocaría «ni un céntimo» del gasto social para invertir en defensa, a ver si así tanto Sumar como Podemos cedían. Pero tampoco mostró resultados. Por ello, el Gobierno se está viendo obligado a localizar varias partidas de ministerios, presupuestadas para el pasado año, y que se puedan computar como gastos en defensa.
Esta misión ha sido encargada al Ministerio de Defensa, con el objetivo de localizar fondos que puedan ser catalogados como gastos en materia militar. De momento, ha habido varias carteras como la de Transformación Digital y Función Pública o las de Interior e Industria consultadas.
Otro de los puntos de inversión que vigila el Ejecutivo son las dos décimas del PIB que España ha mejorado con respecto a lo fijado para 2024. La deuda del española se fijó en un 3% del PIB para finales del pasado, pero esta finalmente se situó en el 2,8%. Una mejora de dos décimas cuyo importe quiere aprovechar el Gobierno para invertir en defensa. Para ello, Moncloa necesita que Ursula Von der Leyen lleve a cabo su idea de reducir la presión fiscal sobre los estados miembros para que estos pudiesen incrementar su inversión en materia militar.