El perfil más común que posee estos inmuebles es el de un hombre de 54 años. Sin embargo, detalla el estudio, cada vez está más presente el colectivo joven, especialmente el que tiene de 25 a 34 años, que ha pasado de representar el 8% en 2020 al 15% en 2023.
Por territorios, en la Comunidad Valenciana las viviendas heredadas para alquiler o compra alcanzan el 9%, cuando en 2020 eran el 18% mientras que Madrid, con un 26%, recupera los valores previos al bajón registrado en 2022, cuando cayó hasta el 13%.
Respecto a la situación económica de estas personas, cerca de 6 de cada 10 pertenecen a la clase alta o media alta, y, si incluimos a la clase media, más del 90% de los miembros pertenecen a este colectivo. Además, 7 de cada 10 herederos oferentes viven en pareja (28%) o con pareja e hijos (39%). Además, un 86% las personas que ofertan una vivienda heredada aseguran que los precios son caros o muy caros en el mercado en propiedad, porcentaje que se sitúa en el 81% sobre la carestía del arrendamiento. Con vistas al futuro, más de seis de cada diez considera que los precios seguirán subiendo.
Ante estos datos, Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, asegura que “es positivo que el colectivo joven aumente el porcentaje de heredar vivienda, ya que los jóvenes son quienes más dificultades tienen para acceder a una vivienda”.
A su vez, considera que “el impuesto de sucesiones es uno de los principales impedimentos para que los jóvenes, en la mayoría de los casos sin ahorros y con una situación laboral precaria, puedan hacer frente a los gastos de aceptar una vivienda heredada”.