Así se desprende del informe ‘Monitor de Empresas de la Economía Sénior 2023’ elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre.
Entre las medidas para los sénior destacan el lanzamiento de productos y servicios específicos para este segmento de la población, campañas focalizadas en él, negocios basados en la tecnología y el acompañamiento digital, la retención del talento sénior en la actividad de la empresa y la reubicación de puestos.
Del total de las compañías encuestadas en este estudio, la importancia otorgada a este público difiere en función de las estrategias empresariales. En productos y servicios, menos de la mitad (44%) de las compañías consultadas indica destinar sus esfuerzos a la denominada generación silenciosa (1930-1948), frente al 75% que sí se dirige a los ‘baby boomers’ (1949-1968).
Los porcentajes bajan en lo que respecta a las políticas de comunicación hacia los distintos públicos, con un 19% de empresas que orienta estas acciones al primer grupo y un 53% de compañías al segundo.
También resulta destacable la consideración de los sénior dentro de las expectativas de crecimiento de las empresas, puesto que solo el 6% de las entidades encuestadas vincula estas previsiones con la posibilidad de dirigirse a los nacidos entre 1930-1948, y únicamente el 28% con aquellos procedentes de la época comprendida entre 1949 y 1968. En cambio, un 75% de las mismas ve expectativas de crecimiento en la ‘Generación Y’, que engloba a los nacidos entre 1981 y 1993, siendo este grupo el que más proyección ofrece a las empresas encuestadas.