Las consecuencias de la alta inflación de los últimos años provocan que la mayoría de la gente piense que las tasas de inflación aumentarán en los próximos meses y esperan una subida de precios en todos los ámbitos: cesta de la compra, suministros, ocio… Concretamente Europa junto con Norteamérica es donde el pesimismo de la gente en torno a su economía es más fuerte. En este contexto, Ipsos ha publicado la séptima edición de su Monitor del Coste de Vida realizado en 32 países desde abril de 2022. Este estudio analiza cómo se sienten los ciudadanos respecto a la situación financiera y cómo perciben que evolucionará en los próximos meses.
• La mayoría (61%) de la población española piensa que la tasa de inflación aumentará el próximo año.
• El 70% de los españoles considera que el coste de sus compras de alimentos aumentará en los próximos seis meses.
• El 24% de la población coincide que la vuelta a la normalidad de los precios no ocurrirá nunca, una percepción cada vez más compartida y que ha aumentado en 6 puntos desde abril.
En España, según el INE, la tasa de la inflación es de 2,4%, ocho décimas inferior al dato de noviembre del año pasado y muy lejos del 6,8% de noviembre de 2022, a pesar de este drástico descenso, esta nueva oleada del informe arroja que existe una fuerte expectativa entre la población sobre que los precios subirán el próximo año. Casi dos tercios (61%) de la población española piensa que la tasa de inflación aumentará en los próximos 12 meses, una cifra que se mantiene en línea con respecto a hace un año (64%). Un aumento que irá acompañada de la subida de precios: el 70% de los españoles considera que el coste de sus compras de alimentos aumentará en los próximos seis meses, así como el coste de otras las compras del hogar (65%). El mismo porcentaje que piensa que también se incrementará el gasto de gas y electricidad, así como el precio del combustible (60%). Además, la mayoría (64%) coincide en que el coste de sociabilizar (bares, restaurantes, cine, ocio nocturno…) también será más caro.
Respecto a las expectativas de la población española sobre el poder adquisitivo del que dispondrán en los próximos 12 meses, los nuevos datos muestran que un 21% piensa que descenderá su nivel de vida, un dato que se mantiene prácticamente en el mismo nivel desde abril de 2023, pero mucho más bajo que hace dos años (noviembre de 2022), donde ascendía a un 42%.
Cada vez más gente se muestra pesimista sobre la vuelta a la normalidad de la inflación, la mayoría de los españoles (58%) piensa que volverá en los próximos doce meses o después de 2025, mientras que un 24% dice que no pasará nunca, una percepción que no deja de aumentar, en esta oleada sube 6 puntos respecto a abril.
La situación financiera se mantiene en España en línea de los datos publicados en la última edición, abril de 2024: un 7% dice vivir cómodamente, un 33% lo lleva bien, un 37% declara vivir con lo justo y un 21% encuentran dificultades. Mientras que estos datos no varían mucho entre las personas con ingresos altos desde que comenzó la escalada de la inflación, sí se percibe que las personas con ingresos bajos son más propensas a admitir que pasan dificultades económicas, así lo reconoce un 35% en esta última edición frente al 6% de las personas con altos ingresos.
Ante este contexto de precios altos, bajar los impuestos se ve como una solución para la población a nivel global pero no en España. De media, hay más gente que prefiere que se apliquen recortes fiscales a que se invierta más en gasto público, en el caso de España es un tema que divide al país: mientras un 32% de españoles se inclina por aumentar el gasto en servicios públicos, incluso si eso significa que tiene que pagar más en impuestos, casi el mismo porcentaje (33%) prefiere reducir los impuestos que paga. España es de los países europeos donde más gente se inclina por aumentar el gasto en servicios públicos junto con Suecia (40%), Irlanda (36%) y Reino Unido (35%).
Además, cabe destacar que en este aspecto existen diferencias por edad. Mientras que los Baby Boomers se muestran más a favor de incrementar el gasto en servicios públicos (39%), solo un 28% piensa así entre los Z. Siendo estos últimos los que más a favor se muestran por reducir impuestos (38%) con una diferencia de 17 puntos respecto a los Baby Boomers (21%)
Otro de los objetos de análisis del informe atiende a las causas que contribuyen al incremento del coste de la vida desde el punto de vida de la gente. Para la población española los factores siguen siendo los mismos que en abril, siendo el estado de la economía global la primera causa con un 71% que así lo apuntan, aunque es una opinión que ha ido perdiendo fuerza, descendiendo en 11 puntos desde el comienzo del incremento de la inflación en 2022. Lo mismo pasa con la Guerra de Ucrania y sus consecuencias, que a lo largo de estos dos años han pasado de ocupar el segundo al cuarto puesto, con un descenso de 14 puntos (64%)
En cuanto al impacto de los tipos de interés ha sido un factor que ha ido variando en el tiempo, mientras que en los primeros meses del incremento de la inflación no era un factor señalado por la población, el año pasado aumentó drásticamente hasta alcanzar un 76%, sin embargo, en esta nueva edición desciende nueve puntos hasta el 67%. Por su parte, encontramos dos factores que se mantienen estables en el tiempo: por un lado, que las empresas están obteniendo beneficios excesivos (67%) y por otro, las políticas del gobierno nacional (66%).