En este sentido, al 62,7% de los directivos de pymes autónomos que sí tenían nómina fija, se les fue asignada desde el primer momento y el 19,3% empezó a cobrar después del segundo año de vida de la empresa. Sólo al 13,7%, se le asignó a lo largo del primero.
Además de las dificultades que supone crear un negocio, la pandemia desencadenó una crisis sin precedentes para las pymes españolas. En este sentido, se establecieron las ayudas del Gobierno y del Kit Digital con el fin de amortiguar el impacto de esta crisis, pero también fueron destinadas al impulso de la digitalización y también de la creación de nuevos negocios. Sin embargo, según el informe de Hiscox prácticamente ninguna de las pymes, sólo un 0,5%, han sido creadas solicitando ayudas y subvenciones públicas.
De hecho, el 81,2% de las pymes se crearon con los propios ahorros de sus fundadores, un 26,5% recurrió a la financiación externa y otro 29,4% pidió ayuda a familiares y conocidos. Un 6% llegó a hipotecar su vivienda.
De aquellos responsables de pymes que necesitaron financiación para la mitigación del impacto de la crisis, un 68,2% tuvieron que recurrir a los ahorros propios para mantenerse a flote. Los que recurrieron a financiación externa supusieron el 30,6% y los que acudieron a la ayuda de sus familiares y amigos fueron un 31,7%.
El 88,3% de los responsables de las pymes han experimentado síntomas negativos a causa de su trabajo a partir de la pandemia. Entre quienes los han sufrido, destaca el estrés, el cual manifiestan haberlo padecido el 80,3% de estos directivos; seguido de los problemas para dormir, indicados por el 69%. Además, el 68,6%, manifestaron síntomas de depresión.
Sin embargo, a pesar de esta problemática, llama la atención que los directivos de las pymes españolas no suelen acogerse a la baja laboral y, de hecho, el 92,4% de losresponsables no ha pedido ningún tipo de baja en los últimos 3 años. Entre los que sí se acogieron a una, el 39,8% declara haber estado de baja entre 1 y 3 meses y el 24,6% declaró seguir aún de baja.