La conclusión del estudio es que el 90% de los españoles percibe un incremento significativo de la factura mensual de la calefacción. El 26% gasta más de 100€ mensuales, frente al 19% de 2021. La consecuencia es que el 80% cambia hábitos, forzados por el encarecimiento de la energía. Un 80% enciende menos horas la calefacción: la media oscila entre dos y cuatro horas al día. El 70% opta por encenderla más tarde. El 45% baja la temperatura. El mismo porcentaje recurre a la sustitución de su sistema de calefacción por otro que use energía renovable, como la aerotermia y las placas solares.. El 30% busca sistemas más eficientes para calentar su vivienda. Y un porcentaje similar instala un controlador de la temperatura.
El sistema de calefacción más extendido en España es la caldera mural de gas (23$), por encima del aparato de aire acondicionado/calor (21%), y la central (16%). Los sistemas basados en aerotermia apenas están presentes en un 5% de los hogares españoles, aunque en alza por su presencia en las nuevas construcciones para cumplir del Código Técnico de la Edificación. «La baja implantación se explica en gran medida debido al gran desconocimiento existente sobre las ventajas de este tipo de sistema en el momento de la decisión de cambio de producto por otra tecnología, principalmente en reformas. Y es que el 60% de los españoles desconoce que las bombas de calor aire-agua por aerotermia son los equipos más completos al suministrar frío, calor y agua caliente con un solo producto», explican en Bosch.
Pese a todo, la prioridad de los españoles es lograr en su vivienda una temperatura que genere bienestar. En segundo lugar, reducir el gasto y evitar picos de consumo. Y luego, la eficiencia energética, consumir menos.
«No es necesario perder confort para ahorrar», señalan los responsables de Bosch Home Comfort. Éstos recuerdan que la Directiva de Eficiencia Energética obliga a que, en 2050, todos los edificios de la Unión Europea tengan 0 emisiones. Para ello, se busca una reducción del consumo de energía del 11,7% en 2030 sobre 2020. Y una sustitución progresiva de las fuentes fósiles por otras sostenibles desde 2027.
Esto va a suponer una inversión de 700 millones en bombas de calor hasta 2025, una mayor demanda de calderas de biometano e hidrógeno verde. Los expertos de Bosch dibujan dos escenarios totalmente diferentes. En obra nueva y renovación, el aislamiento es mejor y es mucho más fácil el suministro por energía ‘verde’. En las viviendas existentes, el aislamiento suele ser deficiente y hay poco espacio, por lo que la mejor opción es la reutilización de la red de gas para suministrar biogas o hidrógeno verde. El mensaje es claro: «la reforma de la vivienda es una oportunidad para obtener más eficiencia energética».