El presidente de Cepyme, Cuerva, asegura que, de forma paralela, se está produciendo, además, «un problema para cubrir vacantes», con 390.000 puestos actualmente que no se logran cubrir. Todo ello, según Cuerva, con un incremento de los costes muy por encima de las ventas; una alta morosidad, con más de 82 días de periodo medio de pago, y problemas de financiación y restricción del crédito».
En una jornada organizada por Cepyme, Nicolás, vicepresidente de la organización, ha apuntado, en la misma línea, de que «no se está haciendo nada para reducir el coste después de que en el último año un millón y medio de trabajadores no haya acudido ni un solo día a trabajar», sobre un total de 19 millones de asalariados y cuando antes de la pandemia eran 1,1 millones. El vicepresidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa, ha explicado que «hemos pasado de una tasa de absentismo del 5% antes de la pandemia al 7% ahora, con un mayor porcentaje entre los 16 y los 45 años».
Nicolás ha apuntado como una de las causas al colapso en los servicios de salud en la gestión de las bajas por incapacidad temporal. «En Alemania un constipado dura cuatro días y en España son veinte», ha sentenciado. Nicolás ha señalado que los costes directos son de 12.500 millones, pero además el coste indirecto para cubrir vacantes asciende a otros 49.750 millones. Álvarez-Carrasco, director de Randstad Research, ha explicado que «en una década el número de horas perdidas por bajas médicas se ha duplicado», insistiendo en que «no se trata de un problema de que ahora nos pongamos más enfermos que antes».
Estos datos se producen de forma paralela a la intención del Ministerio de Trabajo de cerrar cuanto antes el acuerdo con patronal y sindicatos para la reducción de jornada a 38,5 horas este año y 37,5 horas semanales para 2025. Desde los agentes sociales apuntan a que la reducción prevista para este año no tendrá mucha incidencia en el día a día de las empresas españolas. Ya para 2025, afectaría al 94% de los trabajadores con convenio en nuestro país. «El absentismo tiene una clara incidencia en la jornada laboral y el ministerio de Trabajo ni siquiera lo ha tenido en cuenta», ha dicho Cuerva. «Es puro intervencionismo que no está avalado por estudio alguno».