En paralelo, las viviendas de alquiler permanente siguen desapareciendo del mercado: se redujeron un 33% en un lustro. Esta gran transformación se visibiliza especialmente en Barcelona, donde la oferta tradicional se redujo un 75% en cinco años. «Es una sangría», dice el portal inmobiliario. Hay que recordar que la capital catalana está catalogada como zona tensionada desde el pasado mes de marzo, y como tal se aplica el índice de precios de referencia para limitar los alquileres.
La oferta también mermó significativamente en Oviedo (-55%), San Sebastián (-54%) y Las Palmas de Gran Canaria (-51%). Además, el trasvase también es evidente en otros grandes mercados como Madrid y Palma; de hecho, se sitúan en quinta posición, con una merma del 46% de las viviendas anunciadas en alquiler permanente.
Por el contrario, la oferta de viviendas bajo la modalidad de alquiler tradicional sólo creció en siete localidades en el último lustro. Se trata de las ciudades de Huesca (con un 112% más viviendas en el mercado), Jaén (55%), Lugo (13%), Cáceres (11%), Cádiz (6%), Teruel y Murcia (4% en ambos casos).
En cuanto a la evolución de los alquileres de temporada, el mayor incremento de la oferta de los últimos cinco años se produjo en Málaga (466%), Alicante (309%), Sevilla (279%), Valencia (276%), Barcelona (244%), Bilbao (217%) y Palma (208%). Con incrementos inferiores al 200% están Madrid (159%) y San Sebastián (136%).
Los mayores y más espectaculares incrementos de oferta de este tipo se han dado en pequeños mercados donde este fenómeno «era hasta ahora prácticamente inexistente y en los que la aparición de un puñado de anuncios ha provocado subidas muy pronunciadas», explica idealista. Es el caso de Jaén (2.500%), Murcia (1.614%), Tarragona (1.080%), Granada (1.039%) o Castellón de la Plana (1.000%). En Lugo, Teruel y Melilla la oferta de temporada se ha mantenido inalterada, mientras que las ciudades de Badajoz, Lleida, Ceuta y Guadalajara no existían viviendas en esta modalidad de alquiler en 2019, «por lo que no se ha podido establecer su evolución».
Barcelona es la capital en la que el peso de los alquileres de temporada sobre el total del mercado es mayor, alcanzando al 46% de toda la oferta. Le siguen San Sebastián (38%), Badajoz (30%), Tarragona (26%), Girona (25%) y Cádiz (19%). A continuación se sitúan los grandes mercados de Madrid (17%), Valencia (14%), Palma (13%), Alicante (12%), Bilbao (12%) y Málaga (11%). Por el contrario, en las ciudades de Ciudad Real, Melilla, Guadalajara y Ourense este fenómeno solo está presente en el 1% de la oferta disponible.