Ebury explica que el país se mantiene relativamente alejado del terremoto vivido estos días en el sector bancario y, además, los temores de un posible contagio han disminuido significativamente en los últimos días. De de hecho, Ebury cree que las quiebras bancarias han sido puntuales, provocadas por una mala toma de decisiones de gestión y no necesariamente debidas a problemas sistémicos.
La entidad financiera señala que los mercados de valores han recuperado terreno, al igual que la libra esterlina y los rendimientos de los bonos británicos a corto plazo, lo que indicaría que los inversores no están excesivamente preocupados por la situación. “La inflación subyacente de Reino Unido también se mantiene estable, y los datos de actividad económica han seguido aguantando bastante bien, sobre todo en el mercado laboral”, explica Ebury.
El equipo de análisis de la fintech avanza que “nos preparamos para recibir esta semana unos mensajes más bien confusos e imprecisos por parte del Comité de Política Monetaria, lo que probablemente no dará a los inversores mucha claridad sobre las futuras medidas políticas (un tema común en los últimos meses). El gobernador Bailey ha insinuado recientemente que el banco podría terminar pronto de subir los tipos, aunque la última sorpresa al alza de la inflación británica podría dar lugar a unos mensajes ligeramente más hawkish”.
Ebury ve ahora una buena oportunidad de que la votación se divida 7-2 a favor de otro movimiento de 25 puntos básicos, “lo que probablemente sería alcista para la libra”, opina. Por otro lado, señala que una votación más ajustada (6-3 ó 5-4) podría ser bajista para la divisa británica, mientras que una votación sorpresa a favor de la no modificación probablemente desencadenaría una fuerte caída de la moneda, “sobre todo si además hubiera indicios de que el endurecimiento de la política monetaria podría estar llegando a su fin”.