Lagarde lo resumió diciendo que “estamos en una buena posición”, aunque puntualizó que eso no significa un compromiso con una senda de tipos estable, sino que todo dependerá de la evolución del escenario. El BCE parece haber realizado una lectura ponderadamente optimista del acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE, y Lagarde se ajustó a un guion de cierta frialdad ante las múltiples preguntas sobre Francia y su prima de riesgo. Tras la reunión, los mercados financieros mantienen fuerte la apuesta de que no habrá más recortes de tipos del BCE en 2025, pero siguen con la puerta abierta a un recorte de 25 p. b. a lo largo de 2026.
Puntos clave
Tal y como se esperaba, el BCE dejó sin cambios los tipos de interés (depo en el 2,00%). La decisión fue unánime y se argumentó en base a unas cifras de inflación ya alrededor del objetivo del 2% y unas perspectivas sin cambios relevantes (“broadly unchanged”).El BCE siguió sin ofrecer orientación para la evolución de los tipos de interés en los próximos meses, reiterando que la política monetaria se reevaluará “reunión a reunión” y “según los datos”. Lagarde lo resumió diciendo que “estamos en una buena posición”, aunque puntualizó que eso no significa un compromiso con una senda de tipos estables: la política monetaria deberá calibrarse para que en el futuro “sigamos estando en una buena posición”, dando por descontado que persistirán riesgos viejos y aparecerán nuevas fuentes de incertidumbre.En este sentido, el BCE parece haber realizado una lectura ponderadamente optimista del acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE, destacando la reducción de la incertidumbre comercial y del riesgo de retaliación arancelaria por parte de la UE, pero reiterando que las tensiones comerciales pueden recrudecerse en el futuro. Por otro lado, ante las múltiples preguntas sobre Francia y su prima de riesgo, Lagarde se ajustó a un guion de cierta frialdad:
El BCE ve que los mercados de bonos soberanos de la eurozona están funcionando de manera ordenada y con buena liquidez. En el conjunto de los últimos dos años las primas de riesgo se han estrechado y la amplitud que se observa hoy es “limitada”. Eso sí, respecto a la posibilidad de que se use el TPI para comprar activos y placar potenciales tensiones financieras, Lagarde recordó que el programa está sujeto a unos criterios y una evaluación, pero que no son una “camisa de fuerza” y el BCE “conserva cierta discrecionalidad en la activación del TPI”.
Tras la reunión, los mercados financieros mantienen fuerte la apuesta de que no habrá más recortes de tipos del BCE en 2025 (dan una probabilidad inferior al 20%) pero mantienen la puerta abierta a un recorte de 25 p. b. a lo largo de 2026 (depo al 1,75% a mediados de 2026 con probabilidad del 50%).
Escenario económico
El BCE dibuja un escenario económico algo más positivo y en el que destacan la resiliencia de la actividad, una inflación en el objetivo y un balance de riesgos más equilibrado.Las nuevas proyecciones apuntan a un mejor desempeño del PIB en el corto plazo (se mejora la previsión de 2025 en +0,3 p. p., por la incorporación de datos pero también por cierta mejora del 3T [prevé un 0,0% t/t vs el -0,1% proyectado anteriormente]).En cuanto a la inflación, el BCE ha quitado hierro a las variaciones (de 0,1 p. p.): Lagarde presentó las previsiones como “similares a las anteriores” y destacó que el BCE no quiere hipertecnificar sus decisiones (“let us not overengineer”). De hecho, la senda trimestral muestra que la inflación general sigue en el 2% a partir del 3T 2027 (núcleo al 1,9% en el 4T 2027).
Más en detalle
El BCE ve señales de resiliencia en el consumo privado y la inversión y prevé una mejora de la actividad en los próximos trimestres, apoyándose en los últimos indicadores de sentimiento y la expectativa de que la fortaleza del mercado laboral, la distensión monetaria del último año, una menor incertidumbre y el gasto en infraestructura y defensa respalden al consumo y la inversión. Respecto al lastre de los aranceles y la fortaleza del tipo de cambio, el BCE prevé que dejen de frenar la economía el año que viene. Por el lado de la inflación, la lectura del BCE es que se ha cerrado un ciclo (en palabras de Lagarde, “las fuerzas que condujeron la desinflación en los últimos trimestres se han desvanecido”). Los indicadores subyacentes son coherentes con el 2%, el BCE dejó de resaltar las “presiones de precios domésticas” y, a futuro, proyecta un equilibrio entre una moderación salarial sostenida, la mejora de la productividad y una recuperación de los márgenes empresariales desde niveles bajos.
Política monetaria
El BCE dejó el depo en el 2,00%, el refi en el 2,15% y el MLF en el 2,40%.Lagarde recordó que tienen las herramientas necesarias para luchar contra un deterioro del escenario o problemas de transmisión monetaria, pero también remarcó que hoy no hubo discusión sobre el TPI.
Reacción de los mercados
Los mercados financieros hicieron una lectura moderadamente hawkish de la reunión, lo que se tradujo en cierta apreciación del euro (dentro de los $1,17) y un movimiento mixto de los tipos soberanos (algo al alza en los tramos cortos y estabilidad en los largos), con las primas de riesgo marginalmente a la baja. Por su parte, las bolsas mantuvieron los avances que ya exhibían desde el inicio de la sesión.