Se organiza bajo la cúpula del lobby del hotel, un espacio amplio, cálido y luminoso, y siempre está amenizado con agradable música de piano en vivo.
Hay más de 200 referencias culinarias para elegir, reunidas en distintas estaciones saladas y dulces: tablas de patés, quesos y embutidos ibéricos; degustación de aceites; cortador de jamón; ensaladas; pastas; arroces y paellas; carnes (solomillo Wellington, carpaccio, steak tartar, cochinillo asado, hamburguesas…); mariscos y pescados (bogavantes, sushi preparado en vivo, ceviches, etc.); postres en miniatura, diferentes tartas artesanas, fuente de chocolate caliente y otros dulces.
Tiene un precio de 83 euros por persona (niños de 0 a 3 años, gratis, y de 4 a 12, un 50 % de descuento), con una selección de bebidas incluidas: vinos, cervezas, cavas, refrescos y zumos.
Además, incluye una masterclass de coctelería, en colaboración con las principales marcas de destilados prémium, para los mayores de 18 años. Los niños podrán disfrutar de una clase de cocina, en la que el maestro repostero del hotel les enseñará a preparar pastas y dulces. Y los domingos de Liga, se emite el partido de fútbol en la gran pantalla del jardín.
El hotel InterContinental Madrid, en el número 49 del paseo de la Castellana, es uno de los hoteles de cinco estrellas más emblemáticos de la capital. Abierto en 1953, fue el primer gran hotel internacional que se inauguró en España. Se trata de un establecimiento cargado de historia: se construyó sobre el palacio del marqués de Mérito, del siglo XIX. A finales de los años 40 fue proyectado por el arquitecto Luis Feduchi, uno de los más prestigiosos de la época –autor también, entre otros emblemas, del edificio Carrión de la plaza de Callao–, quien conservó chimenea de mármol de Carrara del salón Toledo y el interior de las puertas originales, además de la “placita” que corresponde a la entrada de carruajes del palacio.
Su apertura, en 1953, coincidió con la firma del tratado de relaciones entre EE.UU. y España y con la instalación en Madrid de una colonia de estadounidenses que convirtieron el hotel en su punto de encuentro. La fiesta de inauguración, que duró tres días, fue todo un acontecimiento social. En aquellos años dorados alojó a mitos de Hollywood de la talla de Ava Gardner, Frank Sinatra, Liz Taylor o Gary Cooper. Progresivamente el hotel se fue especializando en los segmentos empresarial y político, alojando a reyes y altos mandatarios.
InterContinental siempre ha sido un referente de la hotelería; así, fue el hotel pionero en ofrecer a sus clientes el Club Lounge, un club ejecutivo con un área especial para los viajeros que buscan la máxima privacidad. En 2009 inauguraron su suite real situada en la octava planta: nada menos que 400 m2 con una terraza de 180 m2 con vistas a la Castellana y los más exclusivos servicios (mayordomo, cocinero, chófer…). En total, el InterContinental dispone de 302 habitaciones (de ellas, 33 son suites), además de un wellness center en la segunda planta (Caroli Health Club y la firma de cosmética Natura Bissé), un gimnasio 24 horas y múltiples salones con luz natural para eventos corporativos y privados.
Toda la oferta culinaria del hotel está dirigida por el jefe de cocina Miguel de la Fuente (Madrid, 1979), responsable de la oferta mediterráneo-española de El Jardín del InterContinental: una cocina de producto, honesta e inconformista, basada en una despensa de temporada y kilómetro cero, con influencias internacionales fruto de su trayectoria viajera y su personalidad curiosa. El InterContinental está posicionado además como un referente de la alta gastronomía experiencial: su brunch dominical, sus cenas con música en vivo, sus jornadas dedicadas a las cocinas del mundo o sus grandes cenas de gala en fechas especiales son ya míticas.