En cuanto a los precios, destacan que la inflación parece que se está controlando en España. Sin embargo, «los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania y el más reciente entre Israel y Palestina pueden incidir aún más en el precio de los combustibles y de la energía, haciendo que este se incremente», añaden. «A esto se une la fortaleza del dólar que, al estar las materias primas nominadas en dólares, las encarece. Por otra parte, esta fortaleza del dólar podría ser positiva para abrir nuestro mercado a otros países distintos a la zona euro». A pesar de ello, mantienen su previsión del Índice de Precios de Consumo (IPC) medio en el 3,5%.
En lo referente a la deuda de las Administraciones Públicas, estiman que si se modera el crecimiento en el cuarto trimestre, unido al incremento del PIB del 2,3%, la ratio de deuda sobre PIB podría reducirse hasta el 109,5% del PIB. En cuanto al déficit, mantienen la previsión de que finalice el año en torno a entre el 3,8% y el 4% sobre el PIB para 2023.
«Preocupa el efecto que el aumento de los gastos financieros derivados del incremento de la deuda pública en términos absolutos y de los tipos de interés pueda tener en las cuentas públicas. En este sentido, no se espera que el Banco Central Europeo (BCE) rebaje los tipos a corto plazo», comentan.
Los economistas concluyen que «el reparto de los fondos europeos se está dilatando por el retaso en la aprobación y ejecución de los proyectos, que incluso pueden poner en peligro la concesión de las ayudas. Esto tendría un efecto negativo en el crecimiento de la economía y en las cuentas publicas».