Así lo desvela el informe ‘Tendencias de Mercado en Horeca’, cuyos principales resultados publicó este martes la consultora NIQ en un comunicado en el que atribuyó ese descenso de la demanda respecto al ejercicio anterior “principalmente” a la subida de precios en hostelería, que se incrementaron hasta un 7% de media en las copas y el 9% en la cerveza y el agua.
Por canales, los bares y cafeterías experimentaron una caída en la demanda del 3,3%, mientras que la de los hoteles y restaurantes lo hizo en un 1,6%. Por su parte, los locales de ocio nocturno vieron cómo se elevaba la demanda en un 0,8% y las franquicias también observaron cómo subió en un 10%. Entre las categorías «más consumidas» sigue destacando la cerveza, que acapara el 45,5% del gasto en bebidas, seguida de los refrescos, aunque no son las que más crecieron durante el pasado año, ya que el “cambio” en las “tendencias” de consumo “provocado” por el alza de precios ha “beneficiado” a licores o vinos.
Por su parte, uno de los momentos de consumo “más beneficiados” durante el pasado año fue el aperitivo, hasta el punto de que un 55% de los españoles sale a tomarlo los fines de semana, lo que, según el informe, ha “impulsado” a categorías como el vermut, que incrementó su demanda en un 9%; el tinto de verano, que lo hizo en un 25% o el bitter, en un 4%.
En este contexto, otra de las conclusiones es que el 46% de los españoles prefiere tomarse dos bebidas premium en lugar del 26% que opta por tres de calidad media, lo que sitúa a España “en el primer puesto de los que prefieren bebidas premium en Europa”. Junto a ello, también ha “calado fuerte” la tendencia de las bebidas sin alcohol y, en esta línea, un 81% de los españoles ha consumido cerveza, vino o destilados sin alcohol o de graduación más baja que los tradicionales, productos que han conseguido “una gran penetración”.
“Con la caída de la demanda, la amenaza que se cierne sobre el sector es el riesgo de cierre de establecimientos en un marco de parque de bares ya recortado por la pandemia, aunque también se está produciendo una transformación en la tipología de los establecimientos en España, del bar tradicional hacia una restauración más profesionalizada”, sentencia el informe, que también subraya que, ante “un panorama incierto”, el 38% de los responsables de los bares “piensan que su negocio irá bien en los próximos seis meses”.