La agrupación de fabricantes de cemento de España (Oficemen) ya vaticinó estas caídas a principios de año, debido precisamente al consumo «excepcional» que se registró en los primeros meses de 2022, frente a la evolución más comedida de 2023.
En los últimos 12 meses, el consumo ha caído un 3,4%, frente a la caída más leve del 1,6% que mantenía en enero este indicador. En valores absolutos, se han consumido un total de 14,4 millones de toneladas de cemento durante los últimos 12 meses. «Aunque con solo dos meses de evolución no suele tener una especial relevancia estadística, sí es interesante reseñar que entra en números rojos, con una caída del 2,9%, que estaría en línea con nuestras previsiones para el año 2023», ha explicado el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Las exportaciones cayeron un 17,2% en febrero, lo que sitúa el acumulado anual en números rojos, con un retroceso del 9,7%. Solo en febrero se perdieron 85.931 toneladas exportadas respecto al mismo mes de 2022.
El principal responsable de estos datos continúa siendo la mala evolución de las ventas de clínker en el exterior, responsable de la pérdida de 79.000 toneladas el pasado mes. Por su parte, las importaciones también se hundieron un 61,7%, hasta las 93.000 toneladas, fruto de la menor actividad constructora.