Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo explica que «aunque en el tercer trimestre hubo un mayor crecimiento por el alza del turismo, las previsiones apuntan ahora a que en los últimos tres meses del año se producirá un frenazo, con un crecimiento estimado de tan solo una décima como mucho». Esta caída del consumo provocará además una ralentización económica. «El problema es que a la menor demanda interna se une que aún no se ha recuperado el comercio exterior porque la situación económica en Europa tampoco es buena», apunta Pedraza. Según las previsiones que figuran en el último Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas, el PIB crecerá este año un 2,3%, frente al 5,8% del año pasado.
Los datos, de hecho, demuestran que el impacto del parón en el consumo sobre la actividad económica ya se está produciendo. Según los datos de Contabilidad Nacional, el PIB español registró una variación del 0,3% en el tercer trimestre respecto al trimestre anterior en términos de volumen, una décima inferior a la registrada en el segundo trimestre. Pero es que además la variación interanual del PIB se sitúa en el 1,8%, frente al 2,0% del trimestre precedente.
Todas las grandes asociaciones y patronales de comercio coinciden además en este parón del consumo. Torres, presidente de la Confederación Española del Comercio (CEC), que agrupa a las empresas pequeñas, advertía ya hace días en una conversación con elEconomista.es que aunque «los consumidores españoles han estado hasta ahora tirando de ahorros, ese escenario se está acabando, y afrontamos un panorama con tipos de interés altos que repercuten en una subida de las hipotecas y que resta poder adquisitivo». Son así cada vez más los que usan los ahorros que les quedan no ya para comprar sino para tratar de amortizar una parte de sus deudas.
La gente está gastando menos porque hay desconfianza por parte del consumidor y los precios han subido de forma muy sustancial. Hasta los supermercados están vendiendo menos alimentación y solo facturan más solo la inflación», insiste Torres. En la misma línea, Campo, el presidente de Aecoc, la mayor organización del sector del gran consumo, señalaba a finales de octubre que «Las previsiones hasta final de año reflejan un estancamiento o incluso un ligero descenso del consumo».
Porta, socio responsable de Retail y Gran Consumo de KPMG, apunta que «los hogares siguen muy afectados por los impactos en sus gastos esenciales, especialmente en la cesta de la compra», con productos, como el aceite de oliva, cuyo precio se ha duplicado en el último año, pero resalta también que «el consumidor no está dispuesto a renunciar a disfrutar y ajustará los gastos ensenciales».
El socio de KPMG destacó durante la presentación de un informe sobre consumo que el nivel de precios, «se ha convertido en la mayor preocupación y la búsqueda intensiva de ofertas, la selección de marcas más económicas y la reducción del número de artículos adquiridos son las principales acciones para afrontarlo».