Los cursis lo pueden bautizar como quieran, incluso como dicen los creativos de la Generalidad, “acuerdo para avanzar”, o si prefieren “atraco a mano armada de las racas de todos”, o si les gusta mas, “lo mío es mío y lo tuyo también es mío”, da lo mismo la necesidad de los votos independentistas para seguir durmiendo en La Moncloa y no en el piso pagado por la “carne explotada” por el papa de Bego hace que con el mejor de los estilos de una sauna gay don Pedro se deje llevar y venda lo propio y lo ajeno, para que los chicos disfruten y dilapiden el dinero de los impuestos en todo tipo de despilfarros como las embajadas y demás caprichos.
De momento el destrozo ha cumplido su primera etapa que es el acuerdo entre ERC y Gobierno pero todavía faltan algunos detalles no menores, como por ejemplo el acuerdo de Junts que de momento se muestra contrario al acuerdo, entre otras cosas, por no haber sido protagonista de los acontecimientos. Pero a ese enfrentamiento se suman unos cuantos mas: presidentes regionales del PP, socialistas como Barbón, el castellano-manchego García-Page.
Pero cada uno vende la historia como le va. Por ejemplo Torres no solo defendió la voladura del régimen común para darle a Cataluña la gestión del 100 % de los tributos, sino que además presumió de que «esto va a ser aplaudido por todos los territorios». La realidad es muy distinta porque incluso la presidente de Extremadura lo calificó de «saqueo», el de Castilla y León reiteró que acudirá a los tribunales y la portavoz de la Junta de Andalucía lo llamó «atentado».
De todas formas, y ojala así sea. todo este desaguisado puede quedar en agua de borrajas, porque requiere que se modifiquen tres leyes en el Congreso de los Diputados: la propia LOFCA, la Ley 22/2009, que regula el régimen común de financiación autonómica y esa va a ser una pelea gorda
Asi que la batalla ha empezado pero nadie, ni sus mismos promotores saben cómo, cuando y de que manera puede terminar todo el despropósito en el que nos ha metido Sánchez para no dejar su cama de La Moncloa y tener que buscar casa.