Las perspectivas de una política inflacionista y del aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal volvieron a hacer bajar los bonos del Tesoro y subir el dólar, pero las acciones y, de hecho, la mayoría de los activos de riesgo están empezando por fin a sentir el aguijón de la subida de los tipos de interés y fueron cayendo a lo largo de la semana.
Casi todas las principales divisas retrocedieron frente al dólar. Tras la decepción que supuso el crecimiento del tercer trimestre, la libra esterlina fue la más perjudicada de la semana. En el lado positivo, el peso mexicano y el chileno lograron un pequeño repunte a lo largo de la semana.
Esta que arrancamos será movida para el euro y la libra esterlina, ya que el viernes se publicarán a nivel mundial los índices PMI de actividad empresarial de noviembre. Además, el miércoles se publicará la inflación británica de octubre. En Estados Unidos, el calendario es más ligero y el foco de atención recaerá en la reacción de los mercados de renta fija a los discursos de la Reserva Federal de la semana pasada. Los mercados buscarán detalles sobre la magnitud y el alcance de los futuros aranceles estadounidenses, así como sobre los anuncios relativos a las medidas de estímulo de China para contrarrestar su efecto.
EUR
Mientras los tipos estadounidenses suben sin cesar, ampliando la brecha con los de la zona euro, el euro sigue siendo víctima del conocido como «Trump trade». La divergencia entre las trayectorias previstas de los tipos de interés a cada lado del Atlántico está cada vez más marcada.
Los mercados empiezan a dudar de que la Reserva Federal vaya a recortar los tipos en diciembre, mientras que el BCE valora la posibilidad de un recorte de 50 puntos básicos en una de las dos próximas reuniones. La moneda común parece haber encontrado una especie de suelo en torno al nivel de 1,05 puntos. Las caídas frente al dólar han sido brutales, y los niveles actuales parecen prever ya una gran divergencia en los resultados económicos a favor de EE.UU.. Una cifra del PMI por encima de 50, que indique que la economía de la Eurozona sigue creciendo, aunque lentamente, podría echar por tierra esta narrativa y ofrecer al menos cierto apoyo temporal al euro.
USD
El importante discurso que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, realizó la semana pasada dejó claro que una bajada de tipos en diciembre no es una conclusión inevitable, sugiriendo la necesidad de revisar el alcance y la duración del actual ciclo de recortes. Los mercados no tardaron en hacerlo, aunque el movimiento al alza de los tipos ya había comenzado tras otro dato de inflación que mostraba que el índice subyacente crecía a una tasa anualizada del 3-4% por tercer mes consecutivo.
Los mercados estiman ahora en un 60% la probabilidad de un recorte en diciembre. Este resultado dependerá totalmente del único informe sobre la inflación del IPC que se publicará antes de la reunión del 18 de diciembre. En cualquier caso, es difícil que la Fed sitúe el tipo de interés significativamente por debajo del 4% en estas circunstancias, dado el impacto inflacionista previsto de los aranceles y los recortes fiscales de Trump.
GBP
La libra ha tenido una semana difícil, cayendo a su nivel más bajo en cuatro meses. La tendencia general bajista de las divisas europeas se agudizó en este caso por el débil dato del PIB del tercer trimestre, que mostró que la economía creció aproximadamente la mitad de lo previsto y vuelve a rondar el nivel de estancamiento.
Creemos que el mercado puede haber reaccionado de forma exagerada a las noticias sobre el PIB, que es un indicador muy desfasado, y que la economía va razonablemente bien. Además, las exportaciones de bienes a EE.UU. son relativamente limitadas y los aranceles estadounidenses deberían ser un problema menor que para la zona euro. En cualquier caso, las cifras del PMI del viernes adquieren mayor importancia tras las noticias de crecimiento de la semana pasada.