Además de la bajada de tipos prevista para la reunión de esta semana, Trump insinuó que Kevin Hassett, leal al presidente y candidato ultra dovish, parece haber recibido el visto bueno para ser el próximo presidente del banco central estadounidense. Como era de esperar, el dólar se vendió frente a todas las divisas del G10, excepto el franco suizo. El franco terminó en la parte baja de la tabla, ya que los inversores abandonaron los valores refugio y se decantaron por activos de riesgo. Las mayores pérdidas las registró el real brasileño, después de que Bolsonaro decidiera respaldar a su hijo en las elecciones presidenciales. A raíz de esta decisión, los mercados ven menos probable que gane una administración pro-mercado en Brasil el año que viene.
Esta semana, los mercados centrarán toda su atención en la última reunión de la Reserva Federal de 2025, que se celebrará el miércoles. Ya está descontada completamente otra bajada de tipos, hasta el 3,75 %, y no esperamos que la Fed ofrezca ninguna sorpresa en este sentido. Sin embargo, la incertidumbre sobre el tono de las comunicaciones de la Fed sí que es mucho mayor. El gráfico de puntos, que refleja la opinión de cada miembro con derecho a voto sobre la posible trayectoria de los tipos de interés, será clave. Un «recorte hawkish» podría hacer que el dólar volviera a subir hasta el máximo del rango que ha mantenido recientemente. Los datos laborales de EE.UU. (JOLTS el martes, solicitudes semanales de subsidio por desempleo el jueves) y los de octubre del Reino Unido el viernes completarán la semana.
EUR
La sorpresa al alza en la inflación de la zona euro respalda nuestra opinión de que el ciclo de recortes del BCE ha llegado a su fin. También refuerza nuestra tesis de que el próximo movimiento del BCE será una subida de tipos y no una bajada, al igual que lo ha hecho la revisión al alza del PMI de noviembre. El PMI compuesto se sitúa ahora en un nivel bastante saludable de 52,8, colocándolo cómodamente en territorio de expansión, y en el nivel más alto de los últimos dos años y medio.
Al igual que con el Banco de Inglaterra, tendremos que esperar hasta la próxima semana para presenciar la última reunión del año del Banco Central Europeo. No se cambiarán los tipos de interés y esperamos que Lagarde sugiera a los mercados que no hay apenas apetito para nuevos recortes. A medida que la brecha entre los tipos de interés a ambos lados del Atlántico sigue reduciéndose, esperamos que la moneda común siga contando con un buen apoyo hasta 2026.
USD
Los últimos datos del mercado laboral estadounidense siguen enviando señales contradictorias. Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo cayeron la semana pasada a un nuevo mínimo desde la pandemia. Sin embargo, los datos privados muestran un panorama más negativo. En cualquier caso, no observamos indicios de recesión, y el auge de la inversión en inteligencia artificial sigue sustentando la economía estadounidense.
Creemos que el mercado puede estar precipitándose a la hora de descontar recortes para 2026, y el gráfico de puntos del FOMC y las comunicaciones de esta semana pueden empezar a apuntar en la dirección contraria. La rotación en el seno del comité introducirá a cuatro presidentes de bancos regionales nuevos en 2026, tres de los cuales esperamos que sean bastante hawkish. A Hassett, alineado con los intereses de Trump, le resultará difícil alcanzar consensos, y esperamos que las reuniones de la Fed se vuelvan cada vez más acaloradas y divididas a medida que pasen los meses.
GBP
La libra esterlina sigue repuntando gracias al alivio que ha supuesto el reciente presupuesto del Reino Unido y a las revisiones ligeramente positivas de los PMI la semana pasada, que sugieren que la economía británica no se está ralentizando tanto como se temía. Sin duda, esto ha ayudado a la libra a terminar la semana por delante de todas sus homólogas europeas, así como del dólar.
Las expectativas del mercado sobre los tipos del Banco de Inglaterra (como máximo dos recortes más, con un tipo terminal en torno al 3,5 %) nos parecen bastante acertadas. Dado que la economía británica muestra signos de desaceleración, el mercado laboral sigue siendo frágil y la inflación parece haber tocado techo, creemos que es casi seguro que se produzca otro recorte más la semana que viene. Sin embargo, la clave estará en la división de votos entre los miembros del comité y las comunicaciones del banco sobre sus próximos pasos. Los tipos relativamente altos, un crecimiento económico moderado y una Reserva Federal dovish deberían seguir impulsando a la libra en los próximos meses.
