La Reserva Federal, en su reunión de ayer, adoptó un tono agresivo (hawkish), revisando significativamente a la baja el número de recortes que espera aplicar en 2025 a solo dos, y forzando un reajuste global de los tipos de interés en general. Si bien todavía se espera que el BCE recorte mucho más que la Fed, dada la brecha en el desempeño económico a ambos lados del Atlántico, en el margen estamos viendo que los bancos centrales de todo el mundo son algo menos optimistas sobre la vuelta de la inflación a sus objetivos y el estancamiento de los tipos de interés del euro refleja eso.
Conforme nos vamos adentrando el período tradicionalmente tranquilo de Navidad, esperamos una modesta tendencia a la baja de los tipos de interés del euro a corto plazo a medida que nos acercamos a nuevos recortes del BCE, pero los de más largo plazo (1 año y más) pueden tener problemas para bajar mucho más dado el cambio de discurso forzado por la Fed esta semana.