En efecto, el euríbor a doce meses comienza 2024 ligeramente al alza tras situarse este viernes en el 3,584%, frente al 3,513% que marcó durante el último día laborable de 2023, de tal manera que el promedio en lo que va de año se coloca en el 3,551%. La cifra todavía está por encima del 3,37% que contabilizó al cierre de enero del año pasado, aunque se relaja con respecto a diciembre (3,679%) y pone en juego la primera caída de las hipotecas de este ciclo monetario. De este modo, el índice al que están referenciados la mayoría de los préstamos hipotecarios en España extiende las caídas de las últimas semanas, en las que ha bajado al ritmo más rápido en casi quince años.
Después de un ciclo alcista histórico de 470 puntos básicos (del -0,5% de enero de 2022 al +4,22% en septiembre de 2023) espoleado por las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la inflación, el euríbor ha doblado la esquina en dirección contraria. Entre octubre y diciembre ha dado lugar a un proceso de ‘desinflamación’ (-72 puntos básicos, de +4,22% al +3,51%) que alivia las condiciones de financiación y la economía real es bien conocida, aunque ha perdido peso debido al auge de tipos fijos en las hipotecas desde 2017, que han pasado de representar más del 90% del total, a menos del 70%, según apuntan fuentes del sector.
Su evolución en todo caso, dependerá una vez más de la inflación, el crecimiento económico y las decisiones que tome el Banco Central Europeo (BCE) sobre su política monetaria, que actúa de ancla para los tipos interbancarios y las expectativas del mercado de crédito. ¿Qué rumbo tomará en 2024? Los mercados apuestan claramente por varias rebajas de los tipos de interés debido a los síntomas de recesión en la zona euro, pero la cúpula del banco central ha advertido que es «prematuro» debatir esta cuestión. Sin ir más lejos, el IPC de la eurozona se ha situado en diciembre en el 2,9%, cinco décimas más que en noviembre, lo que enfría estas expectativas.