Y es que las quiebras de SVB, Signature Bank Silvergate dieron un giro de 180 grados a las expectativas de tipos de interés por parte de los bancos centrales.
Con las últimas subidas, la media mensual del euríbor se sitúa en el 3,636%, un nivel sensiblemente inferior al registrado en marzo, cuando cerró el índice de referencia en el 3,647%, pero más elevado que hace un año, cuando el euríbor acabó en el 0,013%. De cerrar en estos niveles, la diferencia sería de una diferencia de 362 puntos básicos y volvería encarecer los préstamos hipotecarios.
Para un crédito de 150.000 euros a 25 años y con un diferencial del 0,99%, el impacto de la subida del euríbor en las cuotas implicaría 279 euros más al mes, y 3.348 euros más al año, ya que la cuota pasaría de los 565 euros a los 844 euros. En el caso de que la hipoteca fuera de 300.000 euros, y con las mismas condiciones, el encarecimiento se situaría en los 558 euros, ya que el deudor hipotecario pasaría de pagar 1.131 euros hasta los 1.689 euros.
Las expectativas de que los bancos centrales llevarían a cabo unas políticas más restrictivas para controlar una inflación que no parecía que tocar techo llevó al euríbor a marcar máximos en marzo, al borde del 4%, justo antes de los episodios desatados por SVB y Credti Suisse. El índice se situó en el 3,94% el pasado 8 de marzo. Sin embargo, todas las incertidumbres que giraron en torno a las dos entidades, hizo que el euríbor se desplomara hasta el 3,32% ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) no aplicara la subida prevista de medio punto que estaba prevista.
A pesar de ello, el organismo que dirige Christine Lagarde no cambió su hoja de ruta y terminó subiendo los tipos de interés en 50 puntos básicos hasta el 3,50%.