La operación supone un hito estratégico tanto para IFM como para Nest, y conlleva un compromiso de inversión de hasta 5.000 millones de libras (unos 6.000 millones de euros) hasta 2030. El objetivo es potenciar el acceso conjunto a inversiones en infraestructuras y mercados privados, con especial foco en el Reino Unido y otros mercados internacionales.
La entrada de Nest en el accionariado, junto a los otros 15 fondos de pensiones australianos que actualmente son propietarios de IFM, apunta a fortalecer la expansión internacional del gestor, abriendo la puerta a nuevas oportunidades inversoras.
Según Neal, esta alianza permitirá a IFM ampliar su presencia especialmente en el Reino Unido y ofrecer a los trabajadores australianos una mayor exposición a mercados internacionales con potencial de rentabilidad ajustada al riesgo. Por su parte, Nest gestiona los ahorros para la jubilación de más de 13 millones de ciudadanos británicos. Con esta alianza, la entidad busca elevar al 30% su exposición a mercados privados en la próxima década. Además, espera beneficiarse de la experiencia de IFM en infraestructuras, deuda y capital privado.
La alianza podría tener implicaciones relevantes en el mercado español, dado que IFM es accionista destacado de Naturgy, y la gasista esta inmersa en una ampliación de capita