Habría que saber qué es lo que les lleva a un comportamiento impropio de un ciudadano en funciones representativas de una Nación. La tensión, el miedo, así como la consciencia de que queda poco tiempo de disfrutar del chollo del poder es lo único que puede explicar que los ministros esos seres que son los que mas mandan después del okupa de La Moncloa cometan errores, tan descomunales que los descalifican para seguir sentados en sus respectivos sillones.
A estas alturas de la situación, decir que la UCO estaba preparando un atentado con bomba lapa para el okupa es la mayor sandez de la historia y sin embargo, varios ministros y de los de peso político, como una vicepresidenta primera o la ministra portavoz, – porque el ministro de la transición digital es un mindundi repite frases sin mucho seso-, se sumen a esa manipulación informativa es de una desfachatez o tontuna de campeonato.
Otra cosa es que cumplan órdenes y como el numero uno anda perdido y mudo, hagan las veces de mamporreros mayores y se conviertan en los voceros de toda la sarta de tonterías que se les ocurran a los estrategas de La Moncloa, en un momento en el que no saben como tapar la vía de votos y militantes que les ha hecho la militante díscola dejándose grabar mientras cumplía las ordenes de su jefe Cerdán, porque a estas alturas de la publicación de las conversaciones a nadie le cabe la menos duda que esta pobre mujer se limitaba a cumplir con lo que se le había mandado, y como parecía espabilada, pues hacer de espía estaba tirado.
Como si ese trabajo no fuese aun mas delicado que el del propio ministro que al fin y al cabo como se ha demostrado en estos días son simples jarrones chinos que no saben ni como se pudo producir el famoso apagón, o las encerronas ferroviarias por citar las chapuzas mas recientes pero la lista es tan enorme que no cabria en unos cientos de páginas.
La verdad es que el panorama es mas bien deprimente, sobre todo porque el final del túnel ni tan siquiera se atisba.