La región lidera también el tamaño medio más alto por explotación y es el mayor productor de cereal del país, cultivo que este año se da prácticamente por perdido como consecuencia de la ausencia de lluvias; sin embargo, el Gobierno ha excluido a Castilla y León de la afección alta por la sequía y la ha dejado en el grado medio, lo que limita a la mitad la ayudas recibidas en comparación con comunidades como Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, Cataluña, Murciay Comunidad Valenciana.
Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), señala la gravedad de la situación y pone en duda el criterio del Ministerio de Agricultura para distribuir las subvenciones: «La afección por sequía en la Castilla y León es catastrófica y donde más pérdidas se van a sufrir por este motivo. Tenemos la sensación de que se ha preferido incluir en el nivel más alto a comunidades en las que había elecciones autonómicas».
ASAJA cifra en 2.000 millones de euros las pérdidas por sequía en Castilla y León, un territorio donde se concentra más del 20% de la cabaña de vacuno de carne de España. «La ganadería extensiva, principalmente la ovina-caprina y el vacuno, ve agravada su situación por la ausencia de pastos. Los ganaderos tienen que recurrir a la compra de pienso y forraje para mantener a sus animales. En el caso de estos últimos su precio se ha duplicado en el último mes y se atisban problemas de abastecimiento durante los próximos meses», indican desde COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
Rivera, coordinador general de COAG Castilla y León, su disconformidad por la catalogación del Gobierno: «Si esto fuera Madrid que no vive de la agricultura, pero Castilla y León… ¿Qué ganadero aguanta un año entero comprando el forraje para sus animales? Los que llevan más tiempo en el campo y están cerca de la edad de jubilarse ni se lo piensan: venden todo y cierran su explotación».
«Es un agravio comparativo»
La diferenciación por afección alta o media hace que, por ejemplo, los ganaderos de Cáceres (Alta) reciban una ayuda de 157 euros por vaca de carne (nodriza), mientras que los de Salamanca (Media), con los que hacen frontera, vean menguada esta cantidad a 78,5 euros por vaca, el 50%. «Hemos dirigido un escrito a la Delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y al Ministerio de Agricultura quejándonos de que es un agrario comparativo porque los pastos de Castilla-La Mancha, Andalucía o Extremadura están igual de mal que los de Castilla y León y las ayudas se quedan en la mitad», apunta Rivera.
El enfado de las organizaciones profesionales agrarias y sus representados se centra en la desconsideración a la que sienten que ha sido sometida Castilla y León. «Más allá de que las ayudas en general nos parecen insuficientes, hay que tratar a Castilla y León como lo que es, el granero de España, y cuantificar la afección como tal»; reivindica Rivera, tesis que comparte Dujo: «Si Castilla y León es la región agraria y ganadera más productiva cuando viene buen año, cuando viene malo es la que más pierde«.
ASAJA estima una cosecha por debajo de 3 millones de toneladas, «tan catastrófica como la de 2017, y el ganado no encuentra pastos y el forraje es escaso y muy caro”, por lo que exige del Ministerio “una rectificación, porque no hay criterios objetivos para separar a Castilla y León del resto de comunidades con afección alta de sequía que recibirán el doble de ayudas».
Dujo solicita que las administraciones, «de forma conjunta», aporten ayudas por al menos 1.000 millones, la mitad de las pérdidas calculadas en ASAJA. «Repartidas entre los 40.000 profesionales de la agricultura y ganadería de la la región, estaríamos hablando de alrededor de 25.000 euros por explotación, que deberían cubrirse por el Estado, el fondo de crisis de la Unión Europea y la Junta de Castilla y León», asevera el representante de ASAJA.
La organización agraria recalca que «la distancia entre las ayudas anunciadas en ganadería y las pérdidas reales es enorme». «Para una explotación media de 100 vacas de carne la ayuda sería de 7.800 euros; una de ovino de carne de 800 ovejas, de 7.200 euros; una de vacuno de leche (unas 120 vacas), unos 3.700 euros, y una explotación media de leche de ovino-caprino (unas 550 ovejas), percibiría unos 3.000 euros de ayuda. Sin embargo, el sobrecoste estimado de alimentación y costes de producción oscila entre 20.000 y 30.000 euros por explotación», concluye Dujo.