Desde el 1 de enero el tipo de IVA de los alimentos básicos -un grupo en el que entran frutas, verduras, leche o pan- es cero, en lugar del superreducido del 4%, mientras que los de los aceites y pastas es del 5%, en lugar del 10%, una medida que por el momento no se sabe si se prorrogará más allá del 30 de junio. La vicepresidenta Calviño, insistía el viernes en que aún está por decidir si se mantendrá esta medida, aunque incidía en que ha servido para moderar la subida del precio de los alimentos y en que España se encuentra entre los países europeos con la inflación más baja.
De todas formas, el Gobierno tampoco ha desvelado si, en un entorno de precios energéticos más moderados, prorrogará la rebaja del IVA del gas, que ha restado 102 millones de recaudación entre enero y abril, y de los impuestos eléctricos, cuyo impacto la Agencia Tributaria ya no contabiliza porque llevan en vigor más de un año y no afecta a la comparación. En cambio, el informe de recaudación sí recoge el impacto del incremento de la reducción del IRPF para rentas bajas, que resta 215 millones en cuatro meses, sobre todo concentrados en pensionistas y trabajadores de pequeñas empresas. También resta ingresos (124 millones) el cambio en la regulación de los aplazamientos tributarios, que incluye la automatización de las solicitudes de hasta 50.000 euros, así como la ampliación de las deducciones por maternidad (17 millones) y la bajada del IVA para productos de higiene íntima femenina y anticonceptivos (4 millones).
El impuesto a los plásticos recauda casi 167 millones
Por el contrario, otras medidas implementadas en los últimos meses han supuesto un incremento de la recaudación tributaria, como la puesta en marcha del impuesto sobre los plásticos de un solo uso, que ha ingresado unos 167 millones de euros en sus primeros cuatro meses de funcionamiento. Más cuantioso es el impacto de la limitación de la compensación de bases imponibles negativas de las distintas sociedades que conforman los grupos empresariales -que podrán recuperar en ejercicios futuros-, que ha incrementado la recaudación del impuesto de sociedades en 232 millones.
Asimismo, el cambio en la normativa del impuesto sobre los gases fluorados -presentes en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, bombas de calor o extintores de incendios- aportó 25 millones hasta abril. A esto hay que sumar los nuevos gravámenes temporales y extraordinarios sobre la banca y las energéticas, que al no ser impuestos no figuran en el informe de recaudación, pero que en su primer pago a cuenta (equivalente a la mitad del pago anual) han aportado 1.454 millones.