Cox Energy fue un invitado de última hora a la puja por Abengoa. La compañía presentó una oferta por sorpresa, que valoraba el grupo andaluz en más de 500 millones, en el periodo de mejora de las ofertas que ya había recibido el juez en pleno concurso de acreedores. Se ha impuesto a Urbas, que en un principio era la favorita del consejo, Terramar, predilecta por los bancos, RCP y Ultramar. Abengoa llevaba arrastrando una complicada situación financiera desde 2014. Todo se agravó durante la pandemia, cuando el rescate propuesto por los acreedores (que pasaba por trasladar todos los activos productivos del grupo a una nueva sociedad bajo su control) chocó primero con la negativa de participar en él de la Junta de Andalucía primero y de la SEPI meses después. Esto obligó a que la compañía solicitase el concurso de acreedores para una treintena de filiales, con el objetivo de blindar los activos más valiosos de la empresa andaluza.
En un auto notificado este martes a todas las partes interesadas en el concurso, la Sección Tercera del Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla ha primado una oferta por la totalidad del activo y que pone sobre seguro todos los empleos. Ha desestimado también otras ofertas parciales, como las de Acciona, por ejemplo, que buscaba hacerse con una desaladora.
La oferta elegida, según el auto, se compromete “al mantenimiento de la actividad y empleo de la unidad productiva, cifrado en 9.505 los trabajadores” y asume también los litigios pendientes de Abengoa con la promesa de destinar parte de lo que perciba con estos asuntos a reparar deuda. Según indica la resolución, se abonará el 30% a los acreedores privilegiados y el 20% para el concurso.
Cox dio un golpe encima de la mesa al ofrecer un adelanto de su oferta para blindar la viabilidad de Abengoa hasta que se resolviese el proceso concursal. Adelantó 2,5 millones de euros como financiación interina, de los 15 millones de dinero nuevo que se ha comprometido a inyectar en Abengoa, y posteriormente depositó otros 5,5 millones. Así, ha aportado ya una liquidez de 8 millones, lo cual ha sido muy tenido en cuenta por el juez a la hora de tomar la decisión. Además, y según el auto, valora las unidades productivas en 3 millones. En cuanto a la deuda, la energética abonará al menos 19,3 millones de la deuda privilegiada y otros 8 millones de otra financiación.
El juez Gabaldón, no obstante, alerta del pequeño tamaño de la firma y de su reciente creación, por lo que considera necesaria la justificación de fondos. Para ello, Cox Energy ha mostrado al juzgado liquidez por 31 millones de euros y la disposición de sus accionistas por ampliar capital por 50 millones para asumir la adquisición, 20 de los cuales ya han sido aportados.
Por último, el juez también valora que, si bien los negocios de Abengoa y Cox no son iguales sí son complementarios y pondera que Cox Energy no requiere de avales para operar, el principal talón de Aquiles para las ingenieras como Abengoa cuando arrecian las dudas financieras.
Así las cosas, y pese a las dudas surgidas, el magistrado destaca que el “compromiso y la disposición” demostrada por Cox Energy, con la aportación de liquidez y por mantener la actividad y el empleo, hace que la oferta se vea como “suficientemente fundada, sólida, creíble, y factible”.
Asimismo, indica que considera que la compañía elegida tiene capacidad para llevar a cabo la oferta planteada porque, a diferencia de las otras entidades que pujaron por Abengoa, no incluyó condiciones respecto de los créditos intragrupo. “Conforme ello, comparativamente, se concluye es la más favorable al interés de los concursos, procediendo aprobarla”, finaliza la resolución.
La decisión será trasladada a la administración concursal para que se pueda formalizar la compraventa ante notario y concluir la transmisión a favor de Cox de la unidad productiva de las sociedades de Abengoa concursadas. Igualmente se ordena la cancelación de los embargos y de las cargas anteriores al concurso, salvo las que gocen de privilegio especial y se transmitirán al adquiriente con subsistencia del gravamen.
Además, en el plazo de cinco días, los acreedores con privilegio especial, como son los bancos Santander, CaixaBank, Credit Agricole, BBVA, Bankinter y HSBC, deben dar su consentimiento a la transmisión, al mismo tiempo que el Ministerio de Defensa debe dar su autorización para traspasar a Cox Energy el proyecto que Abengoa Innovación está realizando para la empresa pública Navantia.