Tal y como anticipamos, la decisión de la Fed puede calificarse como un «mantenimiento agresivo». El comunicado del FOMC señaló que la inflación estadounidense sigue siendo elevada y que los responsables de la política monetaria están «muy atentos» a los riesgos inflacionistas. Durante su rueda de prensa, Powell dijo que aún queda un «largo camino por recorrer» para que la inflación vuelva al objetivo del 2%, y que la reducción de las presiones sobre los precios requeriría un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia y una cierta relajación del mercado laboral. Los comunicados sobre las perspectivas económicas también fueron optimistas, ya que la Fed afirmó que la economía estadounidense sigue expandiéndose a un «ritmo sólido». Como esperábamos, se suavizó el tono sobre el mercado laboral, que ha empezado a mostrar los primeros signos de enfriamiento.
Dado que los mercados no asignaban ninguna posibilidad a que se produjera otra subida de tipos este mes, el mercado se centró sobre todo en el «diagrama de puntos» de las previsiones de tipos de interés de la Reserva Federal. Para no descartar por completo la posibilidad de un mayor endurecimiento, la mayoría del comité volvió a indicar que veían otra subida de tipos en 2023. Doce de los diecinueve miembros con derecho a voto ven ahora una subida adicional este año.
En junio, trece preveían al menos una subida más de los tipos con respecto a los niveles actuales (dos se inclinaban por dos subidas más, y uno por un total de tres). Los siete miembros restantes del Comité no prevén ningún cambio en 2023, y el punto medio se mantiene en el 5,6%.
Quizá la principal conclusión del anuncio del FOMC fue la opinión del banco sobre los tipos a largo plazo. El organismo elevó sus expectativas de tipos para 2024 y 2025. Los puntos medios se elevaron al 5,1% y al 3,9%, respectivamente (desde el 4,6% y el 3,4%), lo que implica sólo 50 puntos básicos de recortes en 2024, suponiendo una subida más este año, frente a los 100 puntos básicos de junio.
Esto sugiere que la Fed no se precipitará a la hora de recortar los tipos de interés el próximo año, y que probablemente llevará a cabo una relajación más gradual de la política monetaria de lo que habíamos anticipado anteriormente. No descartamos la posibilidad de una primera bajada de tipos en el primer semestre de 2024, aunque el mensaje de «más altos durante más tiempo» sugiere que quizá haya que esperar hasta el segundo semestre del año que viene para que comience el ciclo de relajación.
El sesgo agresivo de los comunicados del banco puede atribuirse en gran medida a la resistencia de la economía nacional, que sigue obstaculizando los planes del banco para reducir la inflación de EE.UU. en el momento oportuno. Como era de esperar, la previsión de crecimiento para 2023 se revisó al alza, y los responsables de la política monetaria prevén ahora una expansión del 2,1% este año (frente al 1% de junio). Según el FOMC, cada vez es más probable un «aterrizaje suave». También se prevé que el desempleo termine el año en el 3,8%, por debajo de la anterior previsión del 4,1%, y la previsión del PCE para 2023 se rebajó ligeramente hasta el 3,7%, desde el 3,9%.
Tras el anuncio del miércoles FOMC, el dólar subió de forma generalizada, y el índice del dólar estadounidense cerró la sesión norteamericana con una subida de casi el 1%. Esto puede explicarse tanto por el modesto aumento de las expectativas sobre el tipo terminal de los fondos federales, como por la relajación de las apuestas a favor de recortes de tipos en Estados Unidos. En el momento de escribir estas líneas, los futuros asignan una probabilidad ligeramente superior al 50/50 de otra subida de tipos a finales de año, y prevén el primer recorte en junio (y un total de 75 puntos básicos de recortes en 2024).
A pesar del «mantenimiento agresivo» de la Fed, estamos del lado de los siete miembros moderados del Comité, y seguimos manteniendo nuestra opinión de que el ciclo de endurecimiento ha terminado, en gran parte debido a los progresos realizados en materia de inflación y a los signos de deterioro del mercado de trabajo. No obstante, reconocemos la posibilidad de que nuevas sorpresas al alza en el crecimiento y la inflación justifiquen una última subida en noviembre o diciembre.
La Fed también dejó claro que probablemente mantendrá los tipos de interés en su nivel terminal durante un largo periodo, consecuencia directa de la resistencia mostrada por la actividad económica estadounidense. Esto puede significar que tengamos que esperar hasta la segunda mitad del próximo año para la primera bajada de tipos, lo que supondría un riesgo importante para nuestra opinión bajista sobre el dólar estadounidense.