Nos acercamos al último mes del año y comienza una semana semi festiva en Estados Unidos que podría traer cierta tranquilidad a las bolsas, antes del movimiento final (¿alcista?). Los índices estadounidenses, S&P 500 y Nasdaq 100, se anotaron subidas cercanas al 1,75% mientras que en el viejo continente los movimientos fueron erráticos, con las bolsas de menos a más y variaciones despreciables en el cierre semanal.
Después de varias semanas de subidas de las rentabilidades de los bonos gubernamentales en los últimos días se han producido compras oportunistas que han permitido una leve bajada de los tipos de interés. Así, el Treasury a 10 años cedía 3 puntos básicos para quedarse en el 4,41%. Por su parte en Europa las correcciones fueron algo mayores, anticipando quizá el hecho de que el BCE aún tiene trabajo por hacer (los datos macro así lo aseveran). El Bund se dejó 10 puntos básicos y el Bono otros 8 puntos básicos para terminar en el 2,25% y el 2,97% respectivamente.
La inestabilidad en Israel y Ucrania, las dudas en cuanto a que sucederá en el momento que Trump tome posesión de su cargo y las futuras bajadas de tipos de interés, volvieron a relanzar el precio del oro hasta los 2.737,20 USD/Oz, lo que supuso una subida en la semana del 6,50%. Por su parte, el Brent también subía notablemente hasta los 74,63 USD/b, en este caso unos bajos niveles de inventarios en EE.UU. ayudaron a ampliar la magnitud del movimiento.
Respecto a la macroeconomía destacamos dos apuntes en Europa: i) la inflación se situó en los niveles previstos, el 2% para el índice general y el 2,7% para el dato subyacente, por lo tanto, parece estar controlada y permitirá al BCE seguir bajando los tipos de interés, y ii) los datos de los PMIs se situaron por debajo de las estimaciones, con un dato de servicios que se situaba incluso por debajo del nivel de 50, lo que indica contracción, proporcionando más motivos para las futuras bajadas de tipos por parte de un BCE que adicionalmente, en su último informe de estabilidad financiera destacaba la vulnerabilidad de la economía europea por el entorno de elevada volatilidad, el frágil crecimiento económico, las elevadas valoraciones de los activos y la debilidad fiscal de algunas de las principales economías.
En Estados Unidos los PMIs por el contrario superaron las previsiones tanto a nivel servicios, que subió de manera notable hasta 57 desde el dato anterior de 55 y la previsión de 55,2, como a nivel manufacturero que se situó en 48,8, continuando con la mejora vista desde hace varios meses. Por el contrario, tanto los datos de confianza de la universidad de Michigan como el índice manufacturero de la FED de Filadelfia se quedaron por debajo de las previsiones. Una semana más, datos mixtos pero que soportan una economía sólida en EE. UU. A lo largo de la presente semana conoceremos los PMIs en China, el IPC (dato provisional) de noviembre en Europa y por último en EE. UU. se publicará la confianza del consumidor de The Conference Board, el PIB (dato provisional) del tercer trimestre, las actas de la última reunión de la FED y el PCE que nos podría anticipar la futura evolución de la inflación en los próximos meses. Recordemos que el jueves es festivo en EE. UU. y el viernes solo habrá media sesión bursátil, lo que dejará los mercados europeos con menor liquidez.