Está ambientada en Nueva York a principios de los 2000, comenzando por un escritor de gran éxito que llama a un programa televisivo de gran audiencia para anunciar la aparición de su tercera novela, pero en esa conexión desde su casa los telespectadores asisten a su suicidio.
Alison recién ascendida a inspectora es la encargada de certificar el hecho, aunque pronto descubre que se ha tratado de un suicidio inducido. A la vez ha desaparecido el subchef de un restaurante italiano que fue a su casa a entregarle una pizza que había encargado.
No aparece el original de la tercera novela y su agente editorial revela que les había anunciado que ya estaba acabada, que se trataba del caso no resuelto del asesinato de Hannah Larson, una adolescente, que había ocurrido treinta años antes y que el escritor había descubierto quien fue el asesino.
En el relato se mezclan la historia de Alison, con la del suicida y con los personajes del asesinato no cerrado. Para ello se recurre a narrar acontecimientos que le ocurren al escritor, junto con el diario terapéutico de Alison, con capítulos de la novela que no ha aparecido, los hechos actuales y el curso de la investigación y por si fuera poco unos cuadernos de confesiones privadas de Hannah y otro de sus amigos. Este sistema no solo complica la lectura, sino que los datos mas que descubiertos en la investigación resuelven la investigación y al lector solo le falta tener paciencia para que los hechos salgan de la chistera. Y así se resuelve el caso.
Hay una cierta confusión con una secta cristiana y el sistema del pastor de introducir un sistema de confesiones por escrito que inducen claramente al error y no deja de menospreciar la confesión católica.
Tampoco tiene una escritura fluida y es excesivamente larga, quizá sobran páginas.
El misterio de Hannah Larson
Alexandre Escrivà
Alfaguara (2025)