Hanaud es un personaje relativamente bien dibujado por el autor: es intuitivo, sabe ver donde nadie ve, hermético en su investigación y que exige que nadie le corrija o le pregunte por el estado de las pesquisas. Como va a ocurrir con otros detectives famosos se hace acompañar de Julius Ricardo, hombre rico que admira al inspector y que es capaz de aguantar todo el sarcasmo y las ironías a los que le somete.
En esta primera novela, la acción trascurre en Aix les Bains, localidad turística de la Saboya francesa, famosa por sus aguas, y en la temporada alta, donde han acudido muchos personajes ricos a descansar, entre ellos Ricardo y el mismo Hanaud. Una señora soltera y rica, que vive acompañada de una joven a la que ha recogido y amparado, aparece asesinada en el saloncito de su mansión, la Villa Rosa, y la joven ha desaparecido.
Empiezan las pesquisas, las investigaciones minuciosas en la casa, los rincones más insospechados donde Hanaud se recrea sin que nadie entienda en la que se fija, y los interrogatorios a todos los que han tenido contacto con ella. Le acompaña Ricardo y la policía. De repente, después de un supuesto hallazgo toma decisiones incomprensibles y a la vez permanece impasible cuando aparentemente se encuentra una pista del asesino, creando el desconcierto entre su ayudante y los que le acompañan.
Se trata sobre todo de un acertijo que invita al lector a hacer sus pronósticos y adivinar quién será quien ha cometido el asesinato, que como en todas las novelas de esta época de inicio, es siempre alguien que ha aparecido en la escena desde el primer momento; aunque lo más importante es el discurso deductivo que ha llevado a Hanaud a descubrirlo.
Se lee con gusto y atrapa al lector, como todas las novelas policiacas clásicas y que no pueden dejar de leerse por los interesados en el género
El misterio de la Villa Rosa
A.E.W. Mason
Espuela de plata, (2023)