Con esta situación extraordinaria y olivares llenos de aceitunas, Finca La Torre arranca su cosecha. La recolección de la aceituna en la almazara malagueña está ya a pleno rendimiento para obtener el sublime ‘oro líquido’ que la caracteriza. Referente del sector oleícola en nuestro país, la almazara, con un notable palmarés, está sumida en uno de los momentos cruciales del año para producir su afamado aceite de oliva virgen extra. La recolección/campaña durará unos 40 días, hasta aproximadamente la segunda semana de noviembre. Pérez, ingeniero agrónomo y responsable de toda la producción, ya ha hecho las primeras estimaciones de la cosecha de este año. Según apuntan sus previsiones, se recolectarán unas 455 toneladas de aceituna (un 30 % más que en la campaña anterior): 250 toneladas de la variedad hojiblanca —parte de estas proceden de árboles centenarios—, 150 de arbequina y las otras 55 correspondientes a cornicabra y picudo. En total, se prevé que la producción de los cuatro tipos de AOVE alcance las 78 toneladas. Una campaña de producción muy limitada y cuidada que da como resultado un aceite de oliva virgen extra exclusivo y de una calidad única en España.
Estas cifras son mayores que las del año pasado, cuando la mala climatología y la sequía dañó gran parte de la cosecha. Según Pérez, a principios de este 2024 hubo una escasez de precipitaciones que hacía presagiar lo peor, pero las lluvias a comienzos de primavera contribuyeron a mitigar un poco dicha sequía. Como explica el gerente de Finca La Torre, «La aceituna de este año tiene un buen tamaño y dimensiones, en parte porque el olivar viene de varios años de descarga y la calidad es extraordinaria como cada campaña. Las altas temperaturas han hecho que las plagas no proliferen por lo que viene una aceituna muy sana. La climatología ha sido mejor que el año pasado y ese es el mejor aliado del campo y de los olivos».
Con 13 años de trayectoria, Finca La Torre tiene al ingeniero agrónomo Pérez como alma mater del proyecto, al frente de un modelo de producción y elaboración ecológico y biodinámico que consigue sacar el mayor partido al olivar de su finca propia. Situada en Bobadilla, a quince minutos del centro de Antequera, cuenta con 380 hectáreas, entre pastos, pinares y olivares, compuestos estos últimos por 1/3 de olivos centenarios de la variedad hojiblanca —es la estrella de la gama de AOVES— y 2/3 por olivos nuevos de las variedades arbequina, picudo y cornicabra, de intensísimos aroma y sabor. En Finca La Torre, consiguen, mediante un delicado tratamiento del fruto, extraerle todo el potencial a cada variedad. El proceso comienza por una recolección temprana y sigue con la extracción en frío para que el fruto mantenga intactas sus propiedades. El secreto está en recoger la cantidad que la almazara puede molturar en el día. Así, además de potenciar al máximo su aroma, su sabor y su textura, se garantizan sus propiedades saludables (antioxidantes como la vitamina E, los polifenoles, etc.).
Además, comprometidos con la sostenibilidad, Finca La Torre cuenta con placas solares para cubrir parte de sus necesidades mediante un sistema verde. Del mismo modo, la almazara forma parte de ‘Olivares Vivos’, un proyecto en torno a la olivicultura que busca revertir la degradación de los espacios dedicados a la producción de aceite. A su vez, también se encuentra inmersa en otros proyectos europeos como Soil Olive o Livings soils, fundamentados en el estudio y mejora del suelo y su biodiversidad.
La trayectoria de Finca La Torre como productora de “oro líquido” se remonta a épocas romanas, como demuestran los restos encontrados en las inmediaciones de la finca, cuando los romanos la replantaron de olivos e instalaron el primer molino de piedra. En torno al año 1260, se construyó la torre vigía que le da nombre y que aún domina el paisaje sobre una de sus colinas. Los AOVE de Finca La Torre son aceites de autor que llevan la firma del ingeniero agrónomo Pérez. Desde que en 2011 se incorporara a la empresa, se autoimpuso, por pasión y convicción, el cometido de elaborar el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo y conseguir lo que nadie antes ha logrado en el sector oleícola: mantener el mismo perfil organoléptico en todos los aceites que elabora campaña tras campaña. Para ello apostó por una filosofía de trabajo de respeto al medio ambiente y por una agricultura no solo ecológica –que implica ausencia de productos químicos y mínima intervención en los procesos– sino también biodinámica. A lo largo de su historia reciente, Finca La Torre ha reunido un impresionante palmarés en el sector oleícola.