Esta combinación da vida a una propuesta muy especial que transporta al comensal a un mundo sin fronteras.
Ubicado en el codiciado barrio de Salamanca, en el número 1 de la Calle de Recoletos, desembarca un concepto nunca visto en la zona hasta ahora, una propuesta diferencial que, eleva al infinito la riqueza gastronómica y de ocio que fluye por la zona.
El nuevo proyecto de Tanaka Hospitality, el grupo que resulta de la unión de Grupo Kampai y Mandala Group, que cuenta ya con más de cuarenta establecimientos en México, se presenta por primera vez en España a través de este atractivo local. Dividido en dos plantas, en la primera, el salón principal da la bienvenida con mesas bajas, ubicadas junto a la barra de coctelería, permitiendo a los comensales ser testigos de la magia del equipo de coctelería en acción, sin olvidar su barra de sushi que acapara las miradas. Al bajar las escaleras, el restaurante cuenta con una planta baja destinada a ser una zona más íntima y desenfadada, que acoge a grupos que buscan más privacidad.
Este acogedor espacio ha sido diseñado bajo la dirección del reconocido arquitecto Lázaro Rosa-Violán, con un estilo moderno que se caracteriza por el uso de terciopelo y una paleta de variados tonos. La decoración ha sido cuidadosamente seleccionada para lograr una fusión armoniosa entre elementos de las culturas japonesa y mexicana.
La propuesta gastronómica de Li-Onna se sintetiza en gastronomía japonesa, enriquecida por toques apasionados de la cocina latinoamericana. Detrás de esta propuesta se encuentra el chef ejecutivo, Víctor, Crendez, quien trabaja una carta exquisita en la que el producto de calidad se muestra natural y reconocible; no se enmascara, sino que se potencia con la creatividad y las herencias culturales. La carta del restaurante presenta diversos apartados repletos de opciones para compartir. Para abrir boca, el Tataki de Res, lomo alto con coles de Bruselas, alioli trufado, ponzu y cilantro, pero, además, su Salmón Aburi con salsa tosazu, cebolla roja, cilantro y alcaparra crujiente. Son auténticas delicias que combinan en perfecta armonía ingredientes japoneses con latinos.
Por supuesto, entre los puntos fuertes está el sushi, con creaciones como el Atomic Roll de salmón, langostino, cangrejo picante, acompañado de sésamo tostado, salsa de soja dulce, queso de crema y un toque de cilantro, pero también está el Li-Onna Roll de anguila, salmón, langostino, aguacate con crema de alioli de chile árbol, salsa agridulce y cilantro. Ambos son comanda obligatoria
Los amantes del dulce no pueden dejar de probar su atrevido Chunky Monkey de dulce de leche, acompañado con plátano flameado y helado de plátano con trozos de nuez y chocolate y también su Terrina de chocolate amargo con helado de vainilla flameado, aceite de oliva y sal Maldon.
Li-Onna se completa con una apuesta de coctelería que eleva la experiencia desde el aperitivo hasta el postre. La selección incluye diecisiete cócteles de autor como el Popstar y el Martini de pepino.