El ascenso en el número de trabajadores despedidos mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) superó el 54% de promedio en el acumulado de enero a julio, hasta superar las 20.825 personas afectadas, después de rozar, solo en julio, los 4.800 trabajadores despedidos, un 78% más que en julio de 2021.
En materia de despidos, el pasado 2022 se comportó de forma parecida a 2019, el último año anterior a la pandemia; por lo que el incremento de los trabajadores despedidos es similar variando entre ambos términos de comparación.
El número de trabajadores despedidos es la única cifra que aumenta de las tres medidas contempladas en los expedientes de regulación, que también incluyen suspensión (temporal) del contrato y la reducción de jornada.
Así, en el caso de las suspensiones de contrato, el número de trabajadores afectados bajó en promedio un 26% entre enero y julio, respecto a a igual período del año pasado; en tanto que, en el caso de la reducción de jornada, esta medida afectó a un 65% menos de trabajadores de media en igual lapso temporal.
Crecen un 80% en julio
Solo en el mes de julio el número de despedidos rozó los 4.800 trabajadores; un 78% más que un año atrás; si bien algo más de un tercio se circunscriben al área de transporte y almacenamiento, y en concreto a la división de actividades postales y de correos.
Entre los grandes sectores, el de servicios es el único sector donde aumentó el número de trabajadores despedidos por ERE, si exceptuamos el de la construcción, donde también aumentó, y un un porcentaje muy alto, aunque afectó relativamente a pocos trabajadores, menos de 135.
En cambio, en la industria, el número de despedidos por ERE se rebajó casi un 60% el pasado mes de julio respecto al del año anterior, afectando a unos 275 trabajadores; mientras que en la agricultura también bajó el número de despedidos, aunque afectó a pocos trabajadores.
La mayor parte de los despedidos por ERE trabajaban en empresas grandes, de 1.000 a 5.000 trabajadores en plantilla; algo menos de la mitad del total de despedidos por uno de estos expedientes de regulación de empleo de extinción del contrato de trabajo.
En cambio, en lo relativo a la suspensión de contrato, fueron las pymes de entre 50 y 250 trabajadores las que más utilizaron esta medida; en torno a un tercio del total; al igual que las reducción de jornada, en un porcentaje incluso superior respecto del total.
Causas económicas
Las causas aducidas por las empresas para presentar un despido colectivo fueron mayormente económicas, en casi tres cuartas partes del total de trabajadores afectados; por delante de la siguiente motivo, de producción, que afectó a unos 1.365 del total de casi 4.800 trabajadores afectados por despidos colectivos.
La pandemia ha dejado una huella indeleble en la estadística que recoge los tres tipos de medidas de regulación de empleo. Con cifras aún provisionales, pues incluso ahora no se han podido aún depurar, el año 2020 recoge por empleo más de 1,75 millones de afectados por estas medidas solo en marzo — el mes en que se inició el confinamiento total — y 1,85 millones de afectados en abril del mismo año.
Sin embargo, entre estas cifras apenas se registran incrementos de trabajadores afectados por despidos, habida cuenta de que, durante la pandemia, se prohibieron los despidos motivados por esta causa, y se trató de derivar, con una ingente inyección de fondos públicos, hacia las medidas temporales, de reducción de jornada o suspensión de contrato; los llamados ERTE.
Sin embargo, en 2023, superada ya la pandemia, estas medidas menos traumáticas no dejan de mermar en cuanto al número de trabajadores afectados, con un descenso del 26% en cuanto a la suspensión de jornada, en promedio de enero a julio respecto al año anterior; que se amplía hasta una caída del 65%, si hablamos de la reducción de jornada.