El metal ha hecho gala de su condición de activo refugio, un tipo de activo que se beneficia en momentos de incertidumbre y cuando la economía tiene problemas, y acumula una caída del 4,77% en los últimos cinco días, pasando de los 3.344 dólares la onza en los que cerró el viernes pasado, hasta el entorno de los 3.184 dólares la onza actuales.
Es el mayor descenso que ha sufrido el metal desde la semana del 18 de junio de 2021, hace casi 4 años.