«Los precios han subido por encima de los 2.100 dólares por onza, lo que, en sí mismo, es notable en el entorno económico actual. Los riesgos de recesión han ido disminuyendo durante los últimos meses y las expectativas relacionadas con una rápida reversión de la política monetaria se han recalibrado», indican desde Julius Baer. El impulso alcista del oro se produce en medio de las crecientes expectativas de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en junio, por lo que la política de la Fed seguirá siendo clave para las perspectivas de los precios del metal precioso en los próximos meses.
«Un dólar estadounidense más débil y menores rendimientos de los bonos del Tesoro, junto con la actual incertidumbre geopolítica, han estado haciendo subir gradualmente los precios del oro desde mediados de febrero», subrayan los expertos de ING.
En este sentido, serán claves la reunión que celebre este jueves el Banco Central Europeo (BCE), para la que se descuenta mantenga los tipos de interés en el 4,5%; y las comparencencias del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Congreso y el Senado de EEUU para explicar sus previsiones en política monetaria. En ambos casos, el mercado buscará ‘pistas’ para intentar averiguar cuándo empezarán las bajadas de tipos.