Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, señala que la caída de la cotización del crudo responde a que «la tensión financiera deterioró gravemente las perspectivas de crecimiento mundial y la perspectiva de la demanda», aunque este no es el único factor que está provocando el descenso de los precios. «Además, los datos de inventarios semanales mostraron que los inventarios de crudo de EEUU aumentaron en 1,1 millones de barriles la semana pasada, mientras que los analistas esperaban una disminución de 1,7 millones de barriles», destaca.
Por su parte, Stephen Innes, gestor de SPI Asset Management, subraya que «es importante recordar que este contagio financiero aún no se ha extendido a la actividad real y los fundamentos de las materias primas a pesar de la eliminación masiva». También destaca el efecto de las resistencias a las que el petróleo se enfrentó durante las últimas semanas, cuando llegó a cotizar por encima de los 80 dólares por barril, tras lo que «la gran posición de venta corta en el mercado creó una bolsa de gamma negativa (una aceleración en las pérdidas de opciones para los emisores de esas opciones de venta), lo que obligó a vender más futuros y el precio cayó hacia los 70 dólares».
Además, Innes apunta que la crisis financiera finalmente ha causado impacto en el petróleo y resto de materias primas, mientras que inicialmente se esperaba un contagio más limitado. «Si bien el petróleo y las materias primas resistieron inicialmente, el contagio financiero se desangró en esta clase de activos debido al alto apalancamiento y un mal comienzo de año», destaca.