Así, el barril Brent, de referencia en Europa, avanza un 1,90%, hasta los 79,53 dólares, y el barril West Texas, de referencia en EEUU, escala un 2%, hasta los 75,93 dólares. Cabe recordar que el ‘oro negro’ vivió la semana pasada su mayor ganancia semanal desde comienzos de 2023 ante el temor de que Israel atacase las instalaciones petroleras de Irán.
«La escalada de tensión en Oriente Medio mantiene en situación de alerta a los inversores, a la espera de la posible respuesta de Israel a los últimos ataques recibidos por parte de Irán. Las características de la zona y un posible bloqueo del estrecho de Ormuz, por donde transita hasta el 40% del comercio mundial de petróleo, han provocado grandes subidas en el precio del barril, que cerró su mayor subida semanal desde principios de 2023. A largo plazo creemos que los precios del petróleo podrían bajar hasta los 60 dólares el barril, mientras que a corto plazo, creemos que EEUU podría oponerse a cualquier respuesta de Israel que pueda impulsar los precios del petróleo y el gas antes de las elecciones del mes que viene», valora el analista Pinto.
Y es que, para este analista, el mercado claramente apuesta porque la tensión geopolítica no se transformará en un shock total de la oferta de petróleo. «Lo más importante es que la verdadera amenaza para el crudo no es la guerra, sino el exceso de oferta. La OPEP+ parece dispuesta a revertir sus recortes voluntarios de 2,2 millones de bpd a partir de diciembre, lo que prepara el terreno para una inundación de petróleo».
Mientras tanto, la demanda se está desmoronando, especialmente en China, donde el consumo de petróleo se ha desplomado. El crecimiento típico de la demanda de crudo en el gigante asiático (alrededor de 600.000 barriles por día) ha caído a solo 200.000 barriles.