El barril Brent, de referencia en Europa avanza un 0,8%, hasta los 85,45 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en EEUU, gana un 0,86%, hasta los 81,90 dólares. Esta oferta más ajustada del petróleo ha quedado reflejada en la caída de las exportaciones de Arabia Saudí y Rusia, que han tenido un mayor peso en el mercado que las preocupaciones sobre la situación económica de China.
El débil crecimiento del gigante asiático ha afectado al sentimiento de los inversores ante la posibilidad de que influya negativamente en la demanda. En este sentido, China está aprovechando los inventarios récord acumulados a principios de este año a medida que las refinerías reducen las compras después de que los recortes de suministro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados, incluida Rusia, conocida como OPEP+, hayan llevado los precios mundiales por encima de los 80 dólares el barril.
Asimismo, los operadores también están muy atentos a la solidez de los datos económicos de EEUU, lo que ha aumentado el temor a que la Reserva Federal (Fed) necesite subir más los tipos de interés y mantenerlos elevados durante más tiempo ante «un posible repunte inflacionario».