La inversión más alta, de 928 millones, se destina a la modernización y la mejora de las capacidades de entrenamiento. Le siguen 679 millones para el incremento de las retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas y el aumento de efectivos, que se cifra en 2.400.
Además, el Ejecutivo de Pedro Sánchez prevé 664 millones de euros para préstamos o entradas de capital en empresas del ámbito de la defensa; 421 millones para gastos de modernización del equipamiento, incluyendo la digitalización, así como gastos corrientes en vestuario y combustible; y dos PEM para modernizar el sistema de enseñanza integrado en vuelo y el helicóptero ligero multipropósito para acciones formativas, dotados de 350 millones y 275, respectivamente.
En la segunda partida, la destinada a nuevas tecnologías de telecomunicación y ciberseguridad –31% de la inversión, 3.262 millones–, destacan 376 millones de euros para que el Centro Criptológico Nacional (CCN) adscrito al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fortalezca la ciberseguridad con Inteligencia Artificial, las telecomunicaciones y el análisis de datos, entre otras.
Asimismo, el Gobierno dedica 350 millones a modernizar el Sistema Conjunto de Radio Táctica; 338 a modernizar la conectividad multidisciplinar en seguridad aérea; 241 a actualizar el sistema de comunicaciones para que la misiones puedan proporcionar al mando el conocimiento de la situación en un tiempo útil para contribuir al proceso de toma de decisiones; y 200 millones a un satélite de imagen radar. Por otro lado, prevé 170 millones para reforzar la ciberseguridad y las infraestructuras para el soporte de la Plataforma Campus Virtual de Enseñanza Militar.
En esta partida también están previstos 106 millones más para el presupuesto del CNI, para que refuerce su área de ciberseguridad y cooperación internacional, 36 millones para el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y 189 millones para potenciar la ciberinteligencia y reforzar las infraestructuras del Ministerio del Interior. Durante su comparecencia para detallar el plan, Sánchez defendió que el objetivo es «crear un escudo digital» para España.
En cuanto a la tercera partida, la de los instrumentos de defensa y disuasión –18,7% de la inversión total, 1.962 millones–, destacan 564 millones asignados al Plan de reserva estratégica de munición según los requisitos OTAN, en virtud del cual se incrementará la reserva de munición y explosivos correspondiente a los Ejércitos y a la Armada.
El resto del montante se dedica a diversos PEM: 300 a la fabricación avanzada en movilidad terrestre sostenible; 225 a la modernización de media vida de las fragatas clase ‘Álvaro de Bazán’; 200 millones a la madurac9ión tecnológica de distintos paquetes de trabajo del programa NGWS dentro del Sistema Aéreo de Combate Futuro (FCAS); 200 para vehículo de cadenas multipropósito que reemplace al Transporte Oruga Acorazado (TOA) y cien millones para reemplazar el Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Patiño con la construcción de un nuevo buque según el modelo BAC Cantabria.
La cuarta partida del plan, la referente al apoyo a la gestión de emergencias y desastres naturales –16,7% de la inversión, 1.751 millones en total–, contempla 661 millones para adquirir aeronaves y servicios aéreos, incluidos los prestados a organismos nacionales e internacionales como Aena, el CNI o la Comisión Europea, y para la compra de siete aviones anfibios DHC-515 para lucha contra incendios; y 500 millones para la renovación, adquisición y adaptación de las infraestructuras del Ministerio de Defensa de uso polivalente ante situaciones de emergencia que afecten a la seguridad nacional.
También, asigna 232 millones para los gastos operativos y logísticos de emergencias como la dana que asoló localidades de la Comunidad Valenciana en octubre, gratificaciones al personal, mantenimiento de equipos, suministros –sanidad, vestuario, alimentación, combustible– y reposición de material. En esta también se incluye financiación para apoyar a Ucrania con equipamiento defensivo, asistencia sanitaria, formación y apoyo logístico.
El 84% de los PEM generarán aplicaciones en sectores civiles estratégicos y más del 75% del plan se destina a tecnología dual, según el Gobierno.
La última partida está dedicada a las operaciones en el exterior en las que España participa bajo bandera UE, OTAN u ONU y conlleva el 3,1% de la inversión total del plan, un total de 328 millones de euros que se destinarán a reforzarlas. España participa en casi una veintena de misiones en el exterior en todo el mundo y tiene desplegados alrededor de 3.500 militares y guardias civiles. «Dan lo mejor de sí mismos, que merecen las mejores condiciones y equipamientos que podamos darles», dijo Sánchez.